Por Christian W. Rodríguez/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- Don Elpidio Delgado Doria, originario de Villagrán, Tamaulipas, donde nació un 22 de abril de 1935, no pudo estar presente porque hace unos días tuvo una caída en su hogar, le ocasionó una fractura en la cadera, pero su familia salió al quite y este viernes 17 de junio, le organizaron una función de boxeo amateur a beneficio de quien fuera un valiente boxeador entre los años 50’s y 60’s y desde 1970 entrenador y manager de peleadores amateurs y profesionales.
Primero que nada debemos aclarar que el nombre de José Luis, lo adoptó cuando incursionó brevemente en el medio artístico al lado de su hermana Celina, allá por los años 50´s en el que cantaban a dúo, ganando incontables ocasiones los famosos concursos de las terrazas Encanto, Irlo, Nacional, Obrero, Rodríguez, Roma, Cine Brasil y Cine Savoy, entre otros de esta ciudad y la región.
SIN EXPLICACIONES
Cuando inició en el boxeo profesional ya era conocido más por “José Luis” y así se lo dejó, pues como en alguna ocasión nos comentó entre risas, “es más fácil dejarte el sobre-nombre artístico que andar dando explicaciones…”
Como peleador profesional llegó a estelarizar funciones en varias partes del país como, Matamoros, Saltillo, Ciudad Juárez; en Monterrey enfrentó al “Pavi” Botello, a quien venció; ahí en la Sultana del norte hizo varias apariciones y eslabonó entre sus triunfos el obtenido sobre Pepe Hernández, en mayo de 1960, y entre sus más memorables combates aquí en Reynosa perdió decisión con Jorge Vela.
BONITA FAMILIA
Casado con Sanjuanita Hernández desde hace más de 56 años, procreó cinco hijos Héctor, Gregorio, Javier, Celina y Juan Luis, varios de ellos se calzaron los guantes en alguna época de sus vidas, pero fue Héctor el más sobresaliente, habiendo obtenido distinción como “El Preliminarista del año” en 1985. Goyo y Juan Luis, pelearon amateur y el primero ganó un título estatal.
En la función de este viernes, se notó la gran simpatía y reconocimiento hacia don José Luis Delgado, pues se montó un programa que constó de 11 peleas de corte olímpico, con la participación de los mejores peleadores aficionados del circuito Reynosa que está afiliado a la Federación Mexicana de Boxeo Amateur que preside Nicolás Cárdenas.
GRAN PARTICIPACIÓN
Por allí escalaron el cuadrilátero de la mítica Arena Coliseo peleadores de los Gimnasios Manzanares, Gym Baltazar de José Luis Baltazar II: El Gym “Tío Juan” de Martín Meza; Gym México de Alfonso Chávez, Gimnasio Montoya de Magdaleno “Lobito” Montoya y del propio gimnasio Villagrán que fue representado por el peleador Láines Jorge, que obtuvo una importante victoria.
Contar los logros que como entrenador y manager logró don José Luis a lo largo de su exitosa carrera resultaría interminable baste citar que por el modesto gimnasio de la colonia Narciso Mendoza, han desfilado peleadores de la talla del campeón en estatal minimosca Homero “El Charal” Guel, quien en un tiempo estuvo clasificado nacional; el primero de los destacados fue Rudy Mendiola que estelarizó varias funciones, a quien le siguieron otros no menos aguerridos como Antero García; Ernesto Alanís; Juan Suárez; Jesús “Chuy” Martínez; Panchito Silva, Juan Gabriel Cortez; Antonio De León y Artemio Palos.
EXCELENTES PUGILES
Uno de los más recientes fue Mario Morantes, cuyos derechos fueron adquiridos por la promotora internacional de boxeo de “El Canelo” Álvarez, pero que por angas o mangas ya no siguió peleando pese a encontrarse invicto.
En ese gimnasio también estuvieron en sus inicios como profesionales los hermanos Facundo “Bronco” Rodríguez y “El Mulato” Rodríguez
CUNA DE CAMPEONES
Cabe mencionar que como manager de peleadores amateurs Delgado Doria, ha dirigido a muchos campeones estatales y regionales como el caso del peso welter Fabián Reyes o la campeona nacional olímpica Maricela Guel, poniendo muy en alto el nombre de Reynosa a la que llegó siendo un niño.
La primera gran distinción en este terreno la obtuvo con Lorenzo Cardona, quien fue el primer campeón nacional olímpico de Reynosa, en la división de peso completo.
QUE DIOS LO CUIDE
Este viernes 17, vinieron a la memoria de los amantes del deporte de las narices chatas y las orejas de coliflor, los memorables combates que como peleador escenificó este modesto, pero apasionado pugilista y manejador, asistiendo aficionados de tres generaciones que hicieron llegar sus parabienes al homenajeado a través de sus hijos y nietos.
Es una luz que irreversiblemente se extingue en el universo de la vida, pero que ha dejado una memoria repleta de recuerdos de fragorosa brega y una cimiente esperanzadora para futuras cosechas.
Campeón, que Dios, nos lo guarde aún muchísimos años.
