EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Ciudad de México.- El proyecto futbolístico de Fernando Ortiz se pone a prueba internacionalmente este sábado 16 de julio a las 9 de la noche, cuando el América se enfrente en partido amistoso al Chelsea de Thomas Tuchel, de la Premier League, en el Allegiant Stadium de Las Vegas, Nevada.
Es aquí donde el América deberá establecer que es el equipo más ganador del futbol mexicano y de la Concacaf, al enfrentarse a un equipo de jerarquía, que se prepara para jugar los diferentes torneos continentales durante la temporada que arranca el 6 de agosto.
Para este compromiso que se celebrará en Las Vegas, el América del Tano Ortiz tendrá disponibles a casi todos sus jugadores, solo están descartados por lesión Salvador Reyes y el colombiano Roger Martínez; el español Jorge Meré no viajó por decisión técnica.
El partido de esta noche, al igual que el de la siguiente semana contra Manchester City en Houston el miércoles 20, le deberá servir al Tano Ortiz para observar a los jugadores jóvenes, mismos a los que les ha ido dando juego en el inicio de la Liga MX, algunos son Emilio Lara y Román Martínez.
Además de observarlos, para Ortiz este compromiso también tendrá utilidad para detectar falencias en su cuadro y opciones de cambio, lo que ha costado un inicio de torneo un tanto accidentado: empate con Atlas, derrota con Rayados y triunfo discutido sobre Toluca. Por ahora Ortiz admite -y los números lo ratifican- que la contundencia será su renglón a mejorar para trascender en el Torneo Apertura 2022.
Por este partido el cuadro de Coapa adelantó su partido de la Jornada 3 contra los Diablos Rojos, juego que se disputó el miércoles en el Estadio Azteca y que de no ser por un golazo de paraguayo Richard Sánchez sobre el final del cotejo, hablaríamos de una cosecha de solamente un punto en tres compromisos.
EL NUEVO CHELSEA, SIN ABRAMOVICH
Del lado del Chelsea, el duelo de esta noche se trata de su primero de pretemporada y bajo una nueva administración, luego de que a finales de mayo el club informara en sus redes sociales la venta de la institución, que poseía desde el 2003 el empresario ruso Roman Abramovich, en una transacción obligada por la política adoptada por el gobierno del Reino Unido por sus vínculos con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Desde entonces, Chelsea es propiedad de un grupo liderado por el copropietario de los Dodgers de Los Ángeles, Todd Boehly, así como el fondo de inversión estadounidense Clearlake Capital.
