EL SÍNDROME DE “JUAN ESCUTIA”

Opinión

Por René Mondragón

PAPELAZO MUNDIAL

Particularmente en esta administración federal, las autoridades han destacado a nivel mundial, por la falta de resultados; por la tozuda inclinación a instrumentar un eje continental para el populismo socialista; por la insistente necedad de imponer la creencia de que empobreciendo a todos, todos vivirán mejor porque -como destaca el efebo filio- “todos estarán jodidos y así, nadie envidiará a nadie”.

Contra toda lógica, todo indica que el propósito consiste en la torpe estrategia de “quitarle el dinero a los ricos, para que los pobres salgan de su pobreza” Nada hay más falso y quimérico que esa especie de “Síndrome de Chucho el Roto”, personaje mítico de la historiografía mexicana que le robaba dinero a los ricos para regalarlo a los pobres, en un símil de Robin Hood, pero a lo mexica.

Algunos observadores del comportamiento nacional, señalan que, debido a este conjunto de síntomas, el mexicano de a pie está esperando que se le aparezca su “chucho el roto” para que le entregue una talega con monedas de oro y se resuelvan los problemas para siempre.

CITAS CITABLES

Con este panorama, es inevitable citar el profundo y sesudo pensamiento del destacado filósofo y antropólogo social, don Chava Flores en su brillante investigación doctoral donde afirmaba: “A qué le tiras cuando sueñas mexicano. Deja el tesoro que Cuauhtémoc fue a enterrar. Mejor trabaja y ‘alevántate’ temprano; con sueños de opio  no conviene ni soñar”

Y más adelante, en su disertación magistral sostiene: “Sueñas que un hada… que ya no debes nada… la casa está pagada… ¡ya no hay que trabajar!”

Ha sido esta creencia y los rituales que lo acompañan, lo que en opinión del amanuense, genera una cultura enorme de dependencia; de “esperar” a que las cosas sucedan en vez de hacer que las cosas sucedan.

LA POPULARIDAD DEL “SÍNDROME DE JUAN ESCUTIA”

En este contexto axiológico, campea un pensamiento generalizado: Esperar a que surja un héroe como Black Shadow, El Santo o Blue Demon, que asegure venir a salvar a México de todos los enemigos interplanetarios que lo amenazan, para acto seguido, inmolarse como bonzo sesentero o como en su tiempo lo hizo el ocurrente cadete Juan Escutia.

Es comprensible entonces, que, la popularidad del caudillo se incremente en todas las encuestas y el respetable, se caiga de aplausos.

EL TMEC CONTRA LOS VAMPIROS

Bajo esta mascarada nacionalista, cualquier cosa que signifique un bloque o un estorbo para el caudillo carismático, puede ser considerado un traidor a la patria -recuérdese que el protohombre encarna la patria- y sus enemigos o adversarios, bajo cualesquier denominación, serán enviados a la Gehena o fuego eterno.

En esta vertiente, los hipócritas sacerdotes; los empresarios fifís -menos don Carlos-; los neoliberales empleadores corruptos, y los miembros del Club del Conservadurismo, son en automático, perseguidos como perros del mal; igual que como sucede entre los legendarios hombres del pancracio contra las mujeres vampiro, contra los monstruos o contra los extraterrestres que quieren destruir el planeta, incluida la reserva forestal donde surgirá el Tren Maya.

Caja china o con el modelo de administración pública federal, intitulado “Voy derecho y no me quito”, el tabasqueño se lanzó duro contra el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá. Por ello, la mejor respuesta, fue la profundidad de contenidos y narrativa diplomática heredada del maestro Chico Che.

EL 16 DE SEPTIEMBRE

No  hay duda, algo interesante puede suceder el 16 de septiembre. Primer escenario, el presidente le mienta la madre al TMEC, a Binde y a Trudeau y no pasará de captar el aplauso fácil y demagógico. Segunda posibilidad: Como Lutero, quema en público “la bula” donde se firmaron los compromisos de México con los otros países, y entonces sí, lo que vendrá será mucho más complicado para millones de familias mexicanas; o, en una tercera vía, tendremos que empezar a aprender Mandarín desde el prescolar, porque los mexicanos suscribiremos un Tratado con China, Korea y Turquía, como la mejor evidencia de que sendos partidos comunistas son la mejor evidencia del éxito económico para el mundo.

¿Qué viene?  Por favor, no se pierdan el siguiente capítulo de esta telenovela que parece producida por Epigmenio Ibarra.

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