Plan Estatal de Desarrollo

Opinión

Por Oscar Díaz Salazar

Creo que es un gran acierto, el de la secretaria de educación del gobierno de Tamaulipas, Lucía Aimee Castillo, el recorrer el Estado para presidir reuniones con la comunidad educativa, en las que se recopilan opiniones, sugerencias, propuestas y críticas, con el propósito de considerarlas en el Plan Estatal de Desarrollo.

Si bien lo deseable es que quienes hoy ocupan los cargos más elevados del gobierno estatal, sepan lo que van a hacer, lo que quieren lograr con su trabajo, el objetivo que quieren alcanzar, también es correcto suponer que los funcionarios no lo saben todo, y que siempre es necesario consultar a la población sobre sus necesidades y sobre lo que esperan de sus gobernantes, y de eso precisamente se tratan las consultas para la elaboración del Plan Estatal de Desarrollo (PED).

Por el esfuerzo solitario que hace la titular de la Secretaria de Educación, es válido suponer que la jefe de la SET actúa porque tiene experiencia de gobierno, porque conoce la Ley de Planeación y sus obligaciones como cabeza de una dependencia, y no porque atienda las instrucciones del jefe o de algún funcionario en quien hayan delegado esa importante labor de coordinar los trabajos tendientes a la creación, implementación y seguimiento de un Plan Estatal de Desarrollo.

Como no se sabe de la integración del Comité que la ley contempla para conducir esas tareas, Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado de Tamaulipas (COPLADET), y como no vemos esfuerzo alguno para que la sociedad organizada (o desorganizada) participe en la creación del documento que, en teoría y de acuerdo a la ley, debe ser la carta de navegación de la nave gubernamental (y del pueblo tamaulipeco), es de esperarse que el texto se va a redactar en algún despacho de CDMX, en el que se plasmen las ocurrencias de genios chilangos, con insumos, ideas, ocurrencias, sueños guajiros, rollectos, promesas y caprichos, del gobernador y sus mentores intelectuales.

En otros tiempo, y para estas alturas del sexenio, ya se tenían abiertos diversos instrumentos para la participación ciudadana, como es el caso de buzones físicos en las oficinas públicas, reuniones, página internet, correo electrónico, etc.

Reitero mi reconocimiento a la secretaria de Educación, -por esto y solo por esto-, y mi reproche al gobernador y al resto del gabinete por esta larga demora, que puede evolucionar en omisión, si transcurre el tiempo que la ley establece para tener listo el Plan Estatal de Desarrollo, un lapso del que ya se agotó un tercio, sin más avances que lo realizado por la SET.