La Comuna/ Por José Ángel Solorio Martínez

Opinión

Aprender en Cabeza ajena

  ¿Qué está pasando en la Máxima casa de estudios de Tamaulipas?

  ¿A que se debe la ebullición en la UAT, sobre todo en la facultad de Veterinaria?

 ¿Es una batalla adelantada por la rectoría?

 ¿Qué actores, pretenden ejercer su dominio en la Universidad en tiempos de la IV T?

  La UAT, está viviendo una prematura pugna por la rectoría. En apenas 100 días de gobierno de MORENA, se desataron los demonios en un territorio que parecía en orden y en paz social.

 El ingrediente rasposo en esa contienda, es uno de los mas cercanos personajes al gobernador, Américo Villarreal Anaya: Fernando Arizpe García. Él, se dice destinado a ser el factor hegemónico en la vida de la universidad pública de la entidad y al parecer está actuando en consecuencia.

 ¿Tiene Arizpe García la venia de Villarreal Anaya para posicionarse en la UAT y hacer un retorno glorioso?

 Es muy probable, que no.

 Se infiere, que el gobernador tiene otro aspirante de mayores prendas académicas y de amplia y pulcra trayectoria en la administración pública; y sobre todo, de mayores confianzas políticas: Jesús Lavín Verástegui. El hoy Secretario de Administración, sería la ficha que el Ejecutivo estatal –de presentarse la coyuntura– utilizaría para un terso relevo en la UAT.

 Arizpe García, en un intento por auto-capitalizarse buscó el retorno a su escuela. Ya sabemos lo que sucedió: una riña entre grupos de porros financiados y azuzados por él.

 Al parecer, la intentona no dio el resultado esperado.

 Esa contaminación de la vida universitaria, puede cancelar la viabilidad del proyecto de AVA para la sucesión en la UAT. Está abriendo, la posibilidad de la reelección del rector, Guillermo Mendoza Cavazos quien se mueve en forma institucional a la sombra de la familia, del general Audomaro Martínez; o sea: bajo la protección de grupos suprarregionales.

 El apresurado candidato, no sólo dinamita sus aspiraciones; también, obstaculiza la viabilidad de la llegada de Lavín Verástegui.

 Es decir: desde adentro, se torpedea el programa de Villarreal Anaya.

 ¿Por qué Arizpe no puede ser rector?

 1.- Es familiar del gobernador, Villarreal Anaya; ejerce como su primo político. Daría una pésima señal como representante de la IV T en el estado, el arribo de un consanguíneo a un cargo, con todo y que la institución se autonombre autónoma.

 Sumaría vulnerabilidad, a la administración guinda.

 2.- Está moralmente impedido. Posiblemente, su carrera en la burocracia universitaria los respalde; ha sido secretario general de la UAT, director de la Facultad de Veterinaria y conoce a fondo las mecánicas universitarias internas. Su trayectoria en la etapa más negra de la universidad y eventos de nota roja, le hacen mostrar un perfil tan oscuro como inapropiado para despachar desde la rectoría.

 3.- Sería absurdo con esos antecedentes, pensar que un rectorado de esa naturaleza, pueda llevar a la máxima casa de estudios del estado, a niveles de excelencia académica.

 4.- La trayectoria académica y burocrática de los aspirantes Mendoza Cavazos y Lavín Verástegui, son infinitamente superiores a los de Arizpe García. Ambos con posgrados; ambos, con carreras en la docencia y la investigación; y ambos, con padrinos potentes en el estado y al interior de la IV T en la CDMX.

 La intervención de los familiares en la política, ha costado mucho agobio y zozobra a los gobernadores tamaulipecos.

 Lo han pagado, puntualmente.

 El más reciente ejemplo, es de obligada referencia: los primos, hermanos, suegros, sobrinos, fueron el inicio de la descomposición del gobierno panista de Francisco García Cabeza de Vaca.  Nada más adecuado: es mejor, aprender en Cabeza ajena.

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