ARRECIA EMBATE CONTRA EL PRESIDENTE DE COLOMBIA

Internacional

EL SINODAL DE TAMAULIPAS

Bogotá. El presidente colombiano, Gustavo Petro, aseveró ayer que su campaña no recibió dinero del narco y su gobierno no hace interceptaciones telefónicas ilegales ni acepta chantajes, luego de difundirse audios en los que el hasta el viernes pasado embajador en Venezuela, Armando Benedetti, amenaza con revelar presuntas donaciones millonarias a su campaña electoral.

Más aún, Petro denunció que sectores opositores buscan derrocarlo con maniobras judiciales, en una estrategia similar a la que sufrió su par peruano, Pedro Castillo, en diciembre pasado.

Al escalar la crisis política, el líder de la Cámara de Representantes, David Racero, anunció que se congeló el debate sobre las reformas de salud, de pensiones y laboral impulsadas por el gobierno, y el Consejo Nacional Electoral abrió una investigación sobre la campaña del mandatario.

La revista Semana publicó grabaciones de Benedetti en las que amenaza a la ex jefa de gabinete Laura Sarabia con revelar financiamientos ilegales a la campaña por unos 3.5 millones de dólares, y señala que de hacerlo irían todos a la cárcel.

“Nos vamos presos”

“Laura… nos hundimos todos. Nos acabamos todos. Nos vamos presos. Con tanta mierda que yo sé, pues nos jodemos todos, si ustedes me joden a mí, yo los jodo a ustedes”, dice el ex diplomático en audios llenos de insultos en los que no se escucha a su interlocutor.

Benedetti se queja de no haber sido nombrado ministro del Interior y se compara con Osama Bin Laden por el derribo de las Torres Gemelas en Nueva York.

Benedetti y Sarabia, que hasta hace unos días pertenecían al círculo cercano de Petro, fueron apartados del gobierno el viernes tras verse salpicados en un caso de escuchas ilegales y conspiración que ya provocó un terremoto político.

El escándalo empezó a finales de mayo tras el robo de un maletín con unos 7 mil dólares de la casa de Sarabia. La niñera de la ex jefa de gabinete, Marelbys Meza, fue interrogada con polígrafo en la sede presidencial y luego interceptaron sus conversaciones telefónicas haciendo uso de un informe falso de policía que la vinculaba con narcotraficantes.

“Nadie del gabinete del gobierno, directores o comandantes de la fuerza pública o jefes de aparatos de inteligencia han ordenado interceptaciones de teléfonos, ni allanamientos ilegales; tampoco se han aceptado chantajes sobre cargos públicos o contratos ni se ha recibido en la campaña dinero de personas ligadas al narco”, tuiteó Petro.

“Yo no acepto chantajes, ni veo la política como un espacio de favores personales”, añadió, y sostuvo que “la mayor parte de la financiación de la campaña se realizó con préstamos de la banca comercial”.

Identificó al ex fiscal general Néstor Humberto Martínez como vocero del sector que busca derrocarlo, y que intenta torpedear la designación de la terna para elegir al sucesor de Francisco Barbosa en la fiscalía, en la idea de que cualquiera de sus candidatos luchará contra “la impunidad”.

Lo mismo que Pedro Castillo

“Buscan el camino que sufrió Pedro Castillo, como bien lo expresó Néstor Humberto Martínez”, agregó el mandatario, en la segunda denuncia de este tipo luego que el mes pasado militares en retiro se pronunciaron por derrocarlo como lo hizo el Congreso peruano con Castillo.

Petro aludió a los señalamientos de Martínez contra el comisionado de Paz, Danilo Rueda, a quien señaló de “ser un hombre condescendiente” con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en una columna que publicó en el diario El Tiempo, señaló RT.

También se refirió senador Iván Cepeda, una de las voces de más alto perfil en las conversaciones con el ELN, al que acusó de propiciar en 2016 una reunión entre esa insurgencia y el grupo paramilitar Clan del Golfo-Autodefensas Gaitanistas de Colombia.

Cepeda replicó en Twitter: “si fuera cierto que el alto comisionado de Paz, Danilo Rueda, y yo hubiésemos incurrido en hechos delictivos en el proceso de paz, pues él, que era fiscal en ese entonces, ha debido encausarnos judicialmente”.

Benedetti fue clave en la victoria del primer gobierno progresista en la historia del país y presentó a Petro a su antigua secretaria privada, Sarabia, quien luego se convertiría en la jefa de gabinete del mandatario.

Sarabia resaltó ayer que existen “acciones malintencionadas reveladas por una persona que buscaba hacerle daño a un gobierno que se comprometió con el cambio”. Criticó “los ataques indignantes y humillantes a los cuales fue sometida en su condición como mujer desde tiempo atrás por Armando Benedetti”, según un comunicado difundido y firmado por su abogado, Jorge Mario Gómez Restrepo.

En Twitter, el ex embajador aseguró que los audios “han sido manipulados” y ofreció “excusas al presidente” y a Sarabia. Más tarde, reconoció en entrevista que las grabaciones eran auténticas; se negó a precisar la procedencia de las donaciones e indicó que quienes colaboraron “no eran emprendedores”.

Después, Benedetti tuiteó: “he sido parte fundamental del actual proyecto político del presidente Petro. Sin embargo, no satisfecho con lo que me correspondió políticamente, en un acto de debilidad y tristeza me dejé llevar por la rabia y el trago”.

Petro al retuitear ese trino, indicó: “nuestros rivales políticos se han apresurado a ponerme denuncias en la comisión de acusaciones; sin embargo, en ninguna entrevista o en audios se ha mostrado que he cometido un delito. Se trata de un simple intento de golpe blando para detener la lucha contra la impunidad”.

El senador del ultraderechista Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay, anunció que demandará a Petro, lo mismo que ex candidato presidencial Federico Gutiérrez.

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