La Comuna/ Por José Ángel Solorio Martínez

Opinión

El regalo del panismo tamaulipeco

Es discutible y controversial la situación jurídica del Congreso de Tamaulipas. Con dos órganos de gobierno interno -la JUCOPO y la creada por los abogados de MORENA-, la batalla podría alargarse y los órganos de justicia federales, tendrán que dar la razón a uno, o a otro bando en disputa.
Esa es harina de otro costal.
No revolvamos, las paridas con las preñadas.
Lo interesante de los hechos de violencia promovidos por los diputados panistas, para tomar por la fuerza las instalaciones del Poder legislativo y sus entidades de control político, derivó en una muy evidente y sonora derrota estratégica para el panismo tamaulipeco.
Como se ve en el material gráfico: perdieron la contienda mediática; y eso en política, sgnifica más de la mitad del resultado final de cualquier enfrentamiento.
Se mostraron como personas anárquicas; se vieron como vándalos realizado estropicios y lastimando personas, y no como un grupo de políticos que busca el bien común de sus representados.
Esa circunstancia, es justo lo que dimensiona la terrible equivocación de un panismo de limitada visión política y de escasa inteligencia. La imagen que queda en el ciudadano común, es la desesperación de un panismo que no ha podido -ni entendido- actuar como oposición, un panismo que se ve carente de un proyecto para operar como contrapeso del Poder ejecutivo y la mayoría simple de la Legislatura.
La violencia, en cualquier escenario, es la cancelación -puede ser temporal, si los actores así lo deciden en civilidad- del diálogo, del acuerdo, es decir: de la política. En esa dirección, van los panistas tamaulipecos.
Más bien: de uno de los panismos tamaulipeco; el encabezado, por García Cabeza de Vaca.
La debacle del PAN reynosense, es evidente.
No han podido adaptarse a las reglas de la política; no se han acomodado con bien, en su nueva posición de oposición.
MORENA, tiene en la sartén al panismo regional.
Oro molido, son los videos que registran el más garrafal tropiezo del panismo en el estado desde que perdieron la gubernatura hace ocho meses. Sólo aquellos fanáticos, seguidores de ese PAN alterado -casi desquiciado- pueden tener la cachaza de votar por representantes de un partido descompuesto y podrido.
La presencia de las fotografías en la boleta, del Moyo García, del Cachorro Cantú, de Leticia Sánchez, de Oscar Almaraz Smer o el hermano del Truco Verástegui, no serán vistos como candidatos; serán percibidos, como una selecta galería de malandrines.
Ese desagradable hecho, -la toma del congreso, con los acontecimientos ya conocidos- por sus impactos políticos, puede equipararse -por sus proporciones- con la debacle generada en el PRI tamaulipeco, con los eventos en donde perdió la vida Rodolfo Torre Cantú.
Lo de Torre Cantú, dejó en situación de vulnerabilidad a un PRI, que ante la avalancha mediática -promovida y articulada por el PAN- que culpaba a un segmento del priismo tamaulipeco del suceso, hizo a Egidio entregar la gubernatura al PAN y a Cabeza de Vaca.
Es decir: fue la aniquilación del PRI como partido hegemónico.
Todos los elementos, -excepto, los de una estrategia de medios: no se ve la mano de Comunicación Social del gobierno de la IV T, en los medios nacionales- están enfilados para que MORENA, se lleve el plan C, del presidente a nivel local: la mayoría en el Congreso tamaulipeco.
Si Pancho Cuéllar y su socia Atanasia, no pueden ante este regalo del panismo…
…que contraten a unos afro-mexicanos.

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