PREVÉN GRAVE PROBLEMÁTICA POR FALTA DE AGUA

Portada Reynosa

Por Juan Carlos Rodríguez Terrazas/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam-. La falta de lluvias y las condiciones climatológicas del calcinante verano, ocasionan una agobiante crisis hídrica que ya está causando graves estragos en las poblaciones fronterizas de Tamaulipas en la vertiente del rio Bravo de Nuevo Laredo a Matamoros, y por supuesto Reynosa.
Dadas las actuales condiciones que han incrementado los consumos de agua de uso doméstico se prevé que habrá en los próximos días una escasez más severa que la que registró hace unos meses el estado de Nuevo León.
Las presas de la región que abastecen los afluentes de donde las plantas potabilizadoras toman el agua para su potabilización como el rio Bravo, se encuentran a sus más bajos niveles, lo que ha originado desde hace más de dos meses las alertas de la Comisión Nacional del Agua sobre la catástrofe que se ve venir.
SE AVISTA LA CATÁSTROFE
Si no hay lluvia en los próximos días, como no está previsto, tendremos una ausencia total que obligará a la suspensión total del servicio con resultados terribles para toda la ciudad y sus variados sectores, muy similar a lo que ya se advierten en colonias de esta ciudad como San Valentín y Balcones de Alcalá, que por encontrarse muy alejadas de los sectores más céntricos de la ciudad, el agua esté llegando a cuentagotas, pues las plantas de potabilización, simplemente no tienen la materia prima suficiente para su proceso y distribución hacia las redes.
Es un hecho de que la falta tan marcada del agua ya no es derivada de mala operación de la infraestructura hidráulica, sino la propia rigidez del momento.
Y es que de acuerdo a los tratados internacionales del agua se ha tenido que limitar el bombeo del vital elemento al acueducto que suministra hacía los tanques de almacenamiento de los organismos operadores.
Solo para considerar el alto consumo que precisa Reynosa con más de un millón de habitantes, aquí se tienen autorizados por CONAGUA únicamente 48 millones de metros cúbicos para todo el año, pero la demanda obliga a extraer de los caudales del rio, alrededor de 115 millones de metros cúbicos del preciado líquido.

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