El abogado No honorable

Opinión

Por Oscar Díaz Salazar

Desde la mesa del fondo donde nos ubicó el mesero, junto a la puerta de acceso al «privado» del restaurante La Fogata, pude apreciar claramente los rostros de los invitados – comensales, que eran conducidos a su sitio por el joven abogado Alejandro Ortiz Ornelas.

Desde antes de las nueve de la mañana fueron llegando los invitados, a lo que deduzco, era un festejo de cumpleaños, pues a las 9:20 que arribó el ex titular del Poder Judicial del Estado, Horacio Ortiz Renán, acompañado de sus hijos y de una dama, se escuchó la grabación de «Las Mañanitas» en el sonido ambiental del lugar, así como el coro de los invitados.

No pretendo incursionar en la nota social con estos párrafos, ni emitir un juicio sobre las actividades familiares y la vida social de la familia Ortiz Ornelas. Lo que quiero es comentarles que el ex presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, a quien el actual gobernador calificó de persona No honorable, reside en Reynosa, hace vida en Reynosa, litiga y trabaja en sus asuntos en Reynosa, y si al iniciar el sexenio de Américo Villarreal se dijo que había huido a Canadá, eso ya no es, ya regresó, ya está aquí, muy tranquilo, haciendo vida social y dejándose ver en lugares públicos.

Extraoficialmente me han dicho que Horacio Ortiz fue la excepción en esa medida que retiró las fíats de Notarios Públicos, a los agraciados con una patente en el ocaso del vacato, y que sus seis Notarías Públicas (las de sus hijos, de su adscrito, de un sobrino y un chalan) están vigentes.

La percepción de la «gente de a pie» que se interesa en los asuntos públicos, es que nada malo les va a pasar a Francisco N, ni a sus colaboradores, porque hay un pacto y hubo un acuerdo, o porque Francisco N tiene con qué responder cuando actúen contra ellos, cuando pretendan ir más allá de los raspones mediáticos, cada vez más focalizados y más ocasionales.

Por cierto, entre los comunicadores se comenta lo magnánimos que han sido los Pacos de hoy, con los Pacos de ayer, a los que no han tocado ni con el pétalo de una mención. Parece que la lección de Mario Ruíz Pachuca la entendieron los Pacos (de ayer) y se aseguraron de un buen trato a su salida, con los Pacos (de Hoy)… pero los pacos del pasado (PP) no deben estar muy tranquilos porque entre el gremio periodístico se conocen las múltiples historias de ingratitud de los Pacos del presente.

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