Al Vuelo/ Por Pegaso

Opinión

Vitalicia

A como va, la lideresa del Sindicato Único de los Poderes del Gobierno del Estado de Tamaulipas (SUTSPET), se convertirá en vitalicia.

Recién el 14 de septiembre de este año se reeligió por séptima ocasión. Ya tenía 29 años en la dirigencia del organismo sindical, y ahora con cuatro más, le pegará a los 33.

Lo más probable es que seguiremos viéndola al frente de los trabajadores del Estado todavía cuando cumpla los cien años de vida.

Resulta inexplicable la manera en que esta señora que tiene más cirugías que Michael Jackson haya permanecido tanto tiempo en el poder.

Acusada de despotismo, de desvío de recursos y de mil lindezas más, no por personas externas, sino por sus propios compañeros de sindicato, es increíble que sigan votando por ella.

Fue aliada de los gobernadores del PRI, después se hizo amiguis de Cabeza de Vaca y ahora va por la conquista de la 4 T.

Ni hablar. Hay gente sumamente habilidosa que sabe cómo navegar en los intrincados vericuetos de la política.

Tal vez el único antecedente conocido de un líder que se haya prolongado tanto tiempo es el de Fidel Velázquez.

Fidel dirigió con mano de hierro la Federación de Trabajadores de México (FTR) por casi cincuenta años.

Falleció a los 97 años, pero si por él fuera, todavía lo tendríamos al frente de esa central obrera.

Pues bien, Blanca Valles es la Fidel Velázquez de Tamaulipas.

Pienso que el secreto de haberse mantenido tanto tiempo es que ha sabido mangonear a los gobernadores en turno.

Como ya dije líneas arriba, fue un bastión del Partido Revolucionario Institucional, hasta el 2016, cuando el PAN, con Francisco García Cabeza de Vaca le arrebató la gubernatura al antes invencible partido.

Coqueteó con el cornúpeta y este la aceptó contento, porque sabía de su habilidad para mantener sojuzgados a los más de 14 mil trabajadores al servicio del Estado. La amó. La hizo suya, en el sentido político. Se fusionaron.

Hoy, con el alma azul, pero muy dispuesta a cambiar de color, se entrega al nuevo gobierno… o al revés…

Bueno. El tema es que la señora ya lleva mucho tiempo en el cargo. Creo que por cada nueva reelección es una cirujía de nariz, de trompa o de cachetes.

Está como aquella señora que se encuentra a una amiga y le dice:

-¡Hola, chulis! ¿Cómo estás?

Y la chulis le contesta.

-Pues no tan bien como tú. Mírate, qué cambiada estás.

-Es que me he hecho un arreglito por acá, otro por allá… Tú sabes, manita.

-Oye, ¿y esa cicatriz que traes en la frente?

-¡Ay! No es una cicatriz, ¡es mi ombligo!

Más o menos así está doña Blanca Valles.

Al menos en dos ocasiones estuve en reuniones convocadas por un grupo de trabajadores -que se oponen a la lideresa y que buscaban correrla a patadas de la dirigencia-, quienes la acusaban de mil y un corruptelas.

Sin embargo, los números así están: Ganó por más del 54%, lo que significa que la mayoría de sus representados aún la apoyan.

Habilidosa y manipuladora, yo no dudo ni tantito que siga al frente del SUTSPET hasta que se muera, como Fidel Velázquez.

Viene el refrán estilo Pegaso que le queda como anillo al dedo: “Mayor conocimiento posee el demonio por añoso que por demonio”. (Más sabe el viejo por diablo que por viejo).