La importancia del Congreso

Opinión

Por Oscar Díaz Salazar

La salida de la contienda presidencial de Samuel García, porque no podría instalar a uno de los suyos, durante el periodo de la campaña, al frente del gobierno de Nuevo León, debería ser una nueva lección para que los vecinos de Tamaulipas valoren la importancia mayúscula que tiene el control del Poder Legislativo.

En muchas ocasiones, cuando los políticos se retiran de un cargo de elección popular, el poder que decide al sucesor, interino o definitivo, aplicaba la cortesía de permitirle al “licenciado” que propusiera al relevo, o a los líderes de su partido, que lo hicieran con uno de sus militantes.

La fracción mayoritaria y opositora al gobernador, del Congreso de Nuevo León, integrada por priistas y panistas (los chefos), se olvidaron de las cortesías y ejercieron, conforme a sus intereses, la facultad de nombrar el gobernador interino, asignando tal responsabilidad a uno de los suyos, y por lo mismo, contrarios al efímero candidato presidencial.

El modelo que diseñaron y construyeron los chefos en Nuevo León, para co gobernar desde el legislativo, el judicial, las fiscalías, los municipios y los órganos autónomos, con el Congreso y el Poder Judicial como pilares del gobierno neolonés paralelo, ha sido replicado en Tamaulipas y ha sido probada y comprobada su vigencia y eficacia, aunque a diferencia de Samuel García, el mandatario tamaulipeco no lo reconoce y mucho menos lo denuncia.

Si ya analizaron el problema, esto es si ya buscaron las causas y las condiciones que lo provocaron y lo sostienen, y si ya encontraron la punta de la madeja que anudó Cabeza de Vaca en su último año de gobernador, replicando el modelo de Chefo Salgado, se habrán dado cuenta que la clave para desanudar, o para romper el “nudo gordíano”, consiste en contar con la mayoría calificada en el Congreso del Estado.

Por eso el gobierno del Estado, el gobernador y su dream team, deben estar enfocados en la elección de diputados locales.

Es tiempo de convocar a los mejores prospectos para que participen en un distrito local como candidatos. Es tiempo de re valorar a los diputados del Congreso local. Conviene volver más atractivo el cargo de legislador local, con mejores salarios, mayores prestaciones y más protagonismo político, para que personajes que en apariencia están “por arriba” de esta oferta laboral y política, decidan tomarla.

Pienso en candidatos a diputado local del nivel de Adrian Oseguera, Carlos Cantú Rosas, Tania Contreras, Erasmo González, Maki Ortiz, Vicente Joel Hernandez, Mario López, José Ramón Gómez, Hector Garza, Rodolfo González, Ninfa Deandar, etc

Puede ser que los aludidos, y otros personajes, se sientan sobre calificados para ser diputados locales, más de lo que se trata, y como podrían convencerlos, es que se les invite a ser los diputados de la siguiente legislatura, los diputados del futuro y no a ser un diputado como la han sido hasta la actual legislatura.