EN CONCRETO/ Por: Blanca Leticia Guerra

Opinión

“DESAFÍO REYNOSA”; Jóvenes emprendedores

En los últimos años la ideología ha ido cambiando con respecto al estilo de vida y con
esto no me refiero a lo que se puede apreciar en redes sociales bajo este término, sino
a lo que uno como individuo decide para su futuro.

Unas décadas atrás, lo ideal era buscar un buen empleo y una vez que se tuviera,
mantenerlo y con ello obtener todos los beneficios que un trabajo estable ofrece.

Pero los tiempos han cambiado y hoy son cada vez más las personas, en su mayoría
jóvenes – aunque no solo ellos – que deciden emprender y abrir su propio negocio, pero
no es nada sencillo…

Y es que emprender un negocio, evidentemente, no depende solo de las ganas que
uno tenga de hacerlo, sino que hay que tener un plan, un proceso y un presupuesto.

Este último, el presupuesto, suele ser muy frecuentemente el principal motivo por el
que muchos emprendimientos se quedan solo en el mundo de las ideas…

En nuestra ciudad, gracias al programa “DESAFÍO REYNOSA” del Gobierno Municipal
de Carlos Peña Ortiz, 30 jóvenes de preparatoria y universidad serán beneficiados con
parte del monto necesario para ejecutar sus proyectos, esto en la búsqueda de
propiciar en los jóvenes un camino exitoso en sus nuevas empresas.

«Lo que queremos en nuestros jóvenes, es que se dediquen a actividades productivas,
que no equivoquen su camino y desde nuestro gobierno vamos a apoyarlos en lo que
podamos para que con su participación hagamos una ciudad de mayor movilidad
social», señaló el Presidente.

Y es que emprender no solo es poner en pie un negocio, sino que también es una
oportunidad de desarrollar nuestra creatividad y ser innovadores en algún área y esto al
final se ve reflejado socialmente.

Por otra parte, el Secretario de Desarrollo Económico y del Empleo, Mauricio Treviño
Garza, mencionó que además de este programa, existen otros que también han
permitido que cada vez más reynosenses puedan sacar adelante sus proyectos en la
ciudad y el área rural.

Ahora bien, emprender, en los últimos años, es también una cultura, algo que se ha
venido fomentando con el paso del tiempo y que se construye en torno a las
posibilidades del entorno, sí, pero también a las facilidades que ofrecen algunas
instituciones o gobiernos para poder acompañar el proceso y que este no sea tan
inestable para quienes lo transitan.

Al final se vuelve un ecosistema en el que cada parte de la sociedad está involucrada,
desde quien va emprender, hasta quien consume, atravesando, desde luego, por las
incubadoras, inversionistas, herramientas tecnológicas para que las empresas se
fortalezcan y más, que permiten que la economía se mantenga viva dentro de una
ciudad.