Por Oscar Díaz Salazar
Que turno tan pesado le tocó al diputado Humberto Prieto en la sesión de esta semana en el Congreso del Estado, pues tuvo que presentar una propuesta para favorecer a los propietarios de naves y predios «industriales», a los que el gobierno de Reynosa les había incrementado los factores que inciden en el cálculo del impuesto predial.
Los dueños de las naves, de los terrenos y/o los arrendatarios, que son los que pagan la contribución local más importante que recaudan y utilizan los Ayuntamientos, aceptaron -bajo protesta-el incremento al predial que tuvo vigencia en 2023.
Cierto es que el valor catastral de los predios con uso de suelo industrial, particularmente los parques industriales, era muy bajo y que por muchos años se cotizaba el valor catastral en monto similar a los terrenos y o viviendas de colonias populares.
Se sabe también que los maquiladores, aglutinados en el organismo denominado INDEX, así como los propietarios de parques industriales, se estaban preparando para litigar y ampararse por ese incremento que dispuso el Cabildo de Reynosa hace un año, y que tuvo vigencia porque así lo avaló el Congreso del Estado.
Contrario a lo que pregonó y dispuso el presidente López Obrador, de ajustar a la alza las contribuciones y no tolerar evasiones, de los grandes empresarios, en Tamaulipas, y desde el Congreso local, se disponen a revertir un ajuste que fue a la alza, porque estaba subvaluado el suelo industrial.
Esta propuesta del diputado Humberto Prieto, que denota un evidente interés de favorecer a los dueños de parques industriales, es atípica pues históricamente el Congreso se limitaba a aceptar, rechazar o modificar la propuesta que realiza el gobierno municipal.
Esta propuesta de abaratar el impuesto predial a los industriales (maquiladores), contrasta enormemente con los incrementos al salario mínimo de más del cien por ciento que el gobierno federal implementó en la región fronteriza, es decir a los trabajadores de las mismas empresas que hoy busca favorecer el diputado Prieto.
Al paso que van, no me sorprendería si deciden revertir el incremento, del dos al tres por ciento, del impuesto sobre nómina, que impuso Cabeza de Vaca en su primer año de gobierno.
