La demanda del Abogado de la UAT

Opinión

Por Oscar Díaz Salazar

Como chivo en cristalería, el Abogado General de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, denunció al anterior rector y a ex funcionarios del gobierno estatal panista, del sexenio pasado, por la donación de un predio destinado a la construcción (algún día sucederá) de un campus universitario en Reynosa.

Con su demanda, y con la difusión de los detalles, el abogado Carlos Mora exhibe a más de un protagonista de primer nivel del gobierno humanista, de la fracción parlamentaria de morena en el Congreso del Estado, y de la Secretaria de Educación Pública del gobierno federal.

El alegato del representante legal de la UAT, contiene aseveraciones como las de un adeudo que el gobierno de Cabeza de Vaca tenía con el alma mater de los tamaulipecos (sobre todo de los que no pueden pagar colegiaturas en instituciones privadas o emigrar en busca de buenas universidades).

Al referir que Cabeza de Vaca omitió aportaciones a la UAT por 500 millones de pesos, – en números redondos -, deja muy mal parado al gobierno actual, que dejará de entregar más de 600 millones de pesos (617) a la Autónoma de Tamaulipas, en el presente año fiscal, siendo esta una información publicada en el Periódico Oficial del Estado en su edición del 22 de noviembre del 2023.

A los diputados locales de todas las fracciones parlamentarias que por unanimidad aprobaron la donación de un predio, propiedad de la hacienda pública estatal, también los exhibe el abogado Carlos Mora, pues los muestra como ignorantes, omisos o corruptos, si es que se llega a probar que la donación del terreno para la UAT, implica algún delito. Consultados en la tarde de este martes 20 de febrero, a pocas horas de que se difundió la noticia, varios diputados comentaron haber votado a favor, consultado con su coordinador y no haber sido advertidos de la demanda, agregando que no estaban enterados de las acciones del Abogado de la Universidad.

También demuestra afanes protagónicos y un tanto de ignorancia el abogado Mora, al acusar al rector anterior por «aceptar» en donación un predio, en el que pudo haber ilícitos o mala fe en su adquisición por parte del gobierno del Estado, pero de eso no es responsable quien recibe la donación, reiterando que fue una operación avalada por el Congreso del Estado.

Creo oportuno mencionar que no pretendo defender a los Cabezones, a Alberto «La Macana» Salazar, ni a los diputados de todos los colores que muchas muestras nos han dado de estar «maiceados» hoy como ayer. Lo que me parece, y lo escribo, es que Carlos Mora, resultó igual de malo que Tania Contreras para la chamba jurídica. Le ganó el ansía de figurar, de hacer ruido, en lugar de hacer bien el trabajo, para probar la superioridad de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Coahuila, -su escuela-, respecto a la universidad que hoy defiende ¿la defiende?

La parte medular de la demanda es la «supuesta» sobre valoración del costo del predio de 60 hectáreas, que se pagó en 187 millones de pesos, que contrasta y supera enormemente el avalúo de la parte acusadora, fijado en trece millones de pesos y fracción.

La duda es si el primo de oro que cobra como rector, también le va a reclamar a su primo los 617 millones que le quitaron a la UAT en este año fiscal.

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