AL VUELO

Opinión

Por Pegaso
VIOLENCIA
Hay cosas en la vida que uno está predestinado a hacer. Yo, por ejemplo, tenía que elaborar esta columna chocarrera, chabacana, cotorra, chusca, chunga, bufa y picaresca para sacar una sonrisa a quien me lea, pero también es un espacio que llama a la reflexión y a rechazar todo aquello que redunde en perjuicio del Ser Humano.

Por lo tanto, yo ya no me pertenezco. Soy de mis dos o tres lectores.

Hablando de otros temas, déjenme comentarles que hace algunos días el Pejidente ALMO dijo uno de los mayores disparates que en el mundo ha habido.

Aseguró que en México no ha aumentado la violencia, sino lo que ha aumentado son los homicidios.

Algunos memes respondieron con ingenio al resbalón presidencial señalando que tanto ama el cabecita de algodón a los asesinos que ahora los crímenes se cometen con un: “Usted perdone, lo voy a asesinar”.

Yo tengo un cuentecillo que elaboré allá, por el 2012 y viene como anillo al dedo.

Aquí se los presento. Se llama: ¡Qué diferencia!

-¿Señor Martínez?

-Sí. ¿Qué se le ofrece, joven?

-Buenos días. Mi nombre es Roberto T. Mata, soy sicario profesional del Cártel del Istmo y me veo en la penosa obligación de exponerle el motivo que me trae ante su presencia. Usted infringió las rígidas normas de nuestra organización, por consiguiente, nuestro superior me ha instruido para hacerle una cordial invitación a fin de que nos acompañe a un sitio solitario donde le propinaremos una serie de golpes que le causarán algunas molestias en el cuerpo.

Una vez que nos proporcione la información que requerimos, extraeré mi revólver y le dispararé en el abdomen y en la cavidad craneana.

No se preocupe por el cadáver porque lo colocaremos en un terreno baldío y daremos aviso de inmediato a las autoridades para que cuanto antes pasen a recogerlo y le den cristiana sepultura. ¿Me acompaña, por favor?

-¡Hombre, qué diferencia! Así, ni quien se niegue.

Dicho lo anterior, creo que #YaSabenQuien encontró la forma de que los malosos ya no utilicen la violencia para ejecutar a sus víctimas.

Por eso mismo puede decir lo que dijo: Que la violencia en México no ha aumentado, lo que han aumentado son los homicidios.

Ya me imagino al pequeño comerciante que debe pagar “protección” a los delincuentes por tener un tendajito.

Le llegan aquellos y le dicen: “¡Quihúbo, don Pepe! ¿Ya tiene listo lo del patrón?”

-Po-po-pos todavía no. Es que casi no ha habido clientes.

-Mire, mire, no se preocupe. Solamente vamos a matar a su esposa, pero lo haremos con mucho cuidado para que no le duela. Y mañana, si no tiene el dinero, venimos por usted. ¿Qué le parece?

-¡Hombre, qué diferencia! Así, ni quién se niegue-contestaría aquel abnegado hombre quien, seguramente, ya había leído mi cuento.

Viene el refrán estilo Pegaso: “¡Apéndices superiores en lo alto, apéndices inferiores en el abdomen!” (¡Manos arriba, patas a la barriga!)