Opinión pública

Opinión

 

Por Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- En la región cañera, la gente, los ciudadanos,
perdieron el miedo a la Ley del garrote, la represión de los caciques de
horca y cuchillo que los expoliaron durante los últimos trienios.
Aires de libertad soplan por los municipios “más dulces”, la capital
cañera, El Mante, González y desde luego Xicoténcatl, sede del nocivo
cacicazgo impuesto por el látigo de Los Trucos.
Para los observadores, con seguridad el primero de octubre en la zona
caliente tomarán posesión varios ediles de la 4T, comenzando con El Mante
con la primera presidenta municipal, Patricia Chío de la Garza.
Después de varios trienio los panistas dejarán una región desolada, sin
obra pública y con una economía en reversa luego del cierre del ingenio de
Xicoténcatl, otro de los chistecitos de los Verástegui.
“Las condiciones son diferentes a hace tres años”, como dice la
candidata Chío. Los caciques van en retirada.
Lo más lamentable: Según el INEGI, en 2010 Mante tenía un censo de
115 mil habitantes (todo el municipio), cifra que bajó 2020 a 106 mil. Las
causas se adivinan.
No solo no hubo crecimiento poblacional, sino que alrededor de diez mil
personas abandonaron el municipio, acosadas por los grupos de poder
fácticos, carencia de servicios y falta de empleo.
Encuesta publicada por la empresa Electoralia este 15 de mayo, dice
que, si hoy fueran las elecciones, Morena y asociados ganarían con el 46
por ciento de los sufragios, contra 36 del panismo.
Allá en la cañera dan por seguro que la limpieza del cochambre
empezará el dos de junio. Se van los emisarios de Cabeza de Vaca y César
Augusto y comenzará también el destape de la cloaca, malversación de
dinero público, obras “fantasmas”, pagadas y que nunca se realizaron.
¿Qué hace pensar que perderá el panismo? Los grupos políticos locales
se han unido, incluso importantes deserciones como la de Eloy Martínez
Carrizales, eterno aliado de César Augusto y ex diputado suplente de
Vicente Verástegui.
Desertaron otros operadores que en su tiempo hicieron ganar al
panismo, como Eliseo Trejo, ahora empujando por la causa guinda. Se
acabó el miedo a las venganzas.
Ex alcaldes igual se unieron, como José Luis Castellanos González, que
incluso aspiró a la presidencia del pueblo.
Otro factor es que la Ley trae muy cerca a los caciques que, por años, a
la brava, se robaron el agua del río Guayalejo. Otros productores, también
con derecho al agua, los denunciaron.

Y lamentablemente, también Xico, en lugar de crecer en su economía y
población, registra números negativos en los últimos diez años. El descenso
fue de casi 23 mil a 20 mil habitantes. Cerrada la fuente principal de empleo,
la gente buscó mejores horizontes. Hay una economía en reversa.
La gente se cansó. En los últimos dos años, los alcaldes del clan,
despreocupados y en plan de desafío, rechazan obras y programas sociales
de Gobierno del Estado y federación.
Acapararon para sus constructoras la obra que les llegó del gobierno
cabecista, y obligaban a la Conagua a entregarles a ellos los contratos de
mejoras a los sistemas de riego.
El cacicazgo central está herido de muerte, igual que otras regiones del
“sólido cañero” que fueron acaparando.
Un análisis de otro municipio, González, permite diagnosticar que,
después de una larga y triste noche, los Verlage perderán el control del
ayuntamiento que manejan como si fuera otra de sus empresas familiares,
como el aloe vera o el tequila.
Por ejemplo, mientras Guillermo Verlage era presidente municipal, su
parienta Gabriela Verlage era la gerente general de la Comapa. Ahora ella
es la presidenta y busca la reelección.
Es Alejandro Zúñiga González, de Sigamos Haciendo Historia, quien se
perfila para romper el cacicazgo familiar.
Dicen que, para que la cuña apriete, debe ser del mismo palo. Se sumó
a Morena el ex alcalde Edgar Edwin Verlage, lo mismo que Andrés Núñez
Ramos, ex candidato por la alianza Pan-Pri.
Los cacicazgos corrompen. Si los aires de libertad van más allá, en
Antiguo Morelos se romperá la hegemonía de los Tinajero, representada
ahora por Evangelina Avila Cabriales, quien va por la reelección luego que
su esposo, Carmelo Tinajero, fue alcalde por dos periodos.
La otra candidata es Cecilia Araujo Ledezma -Sigamos Haciendo
Historia-, mejor conocida como “Ganza Ganzo”, enarbolando el despertar de
conciencias.
Faltan nueve días para las elecciones. En su apogeo los cierres de
campañas. En Reynosa Carlos Peña Ortiz programó cinco, el principal el 28
de mayo a las 6:30 en el campo de béisbol de Jarachina Sur, con el grupo
musical Fidencio Villanueva y su Selva Negra.
El de Carmen Lilia Canturosas, en Nuevo Laredo, será igual el 28 con La
Trakalosa de Monterrey y La Leyenda.
Los trakalosos brincarán a Matamoros el miércoles 29, para participar,
junto con La Firma, en el cierre de Alberto Granados.
El jueves 30 ya nadie podrá hacer campaña. Entra en vigor la veda y,
por tres días, los ciudadanos tendrán un tiempo de meditación para decidir
por quien votar.
Los comicios el domingo próximo.

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