Golpe a golpe

Opinión

 

Por Juan Sánchez Mendoza

En la composición de la LXVI legislatura del Congreso local tendrá mayoría simple Movimiento Regeneración Nacional (morena). Pero en coalición con los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM), logrará la mayoría calificada.

Suma, hasta ahora 14 distritos electorales –aunque está impugnado el tercero–, y, presuntamente, contará con 5 curules más plurinominales para estar representado por 19 diputados.

Sus aliados tienen asegurados 7 espacios de mayoría relativa (4 el PT y 3 el Verde) y estos prevén alcanzar uno cada cual, por la vía plurinominal para, juntos, contabilizar 9 –respectivamente 5 y 4–, que añadidos a los 19 del membrete guinda sumarían, en teoría, 28.

Sin embargo, la cifra podría disminuir a 26 –conforme al resultado que arroje el escrutinio final de la votación a validarse a más tardar el día 30 de septiembre próximo–, pero la suma igual rebasaría el porcentaje requerido, en el reglamento (interno) del Poder Legislativo, para establecer la mayoría calificada.

El Partido Acción Nacional (PAN) aparece con un diputado uninominal, a la fecha. Y acorde a la votación, podría alcanzar 4 curules plurinominales, para sumar 5; Movimiento Ciudadano (MC) tendría dos por este principio; y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), uno, según observaciones que realizan especialistas en la repartición del pastel.

Esto lleva a presumir que, a dos diputados de morena –uninominales o plurinominales– les tocaría presidir las juntas de: Gobierno –creada en julio 8 de 2023–, y de Coordinación Política (JuCoPo), donde todos los partidos, sin excepción alguna, participan.

Así como a otros diputados, de ese establo, las comisiones legislativas de competencia constitucional y las que estén relacionadas con asuntos de la administración pública.

El resto de las comisiones, que por cierto suman más de tres decenas, también son importantes, pues tienen que ver con asuntos de toda índole y por el costumbrismo legislativo de aparentar democracia, se suele nombrar (para presidirlas) a diputados de todos los grupos, fracciones legislativas e, incluso, representantes partidistas (cuando sean menos de dos).

Considerando lo anterior, cada partido tendrá su cuota en la legislatura a instalarse el próximo uno de octubre.

¿Quién va?

La conducción político-administrativa del Congreso de Tamaulipas, es tema inherente a la integración de la LXVI legislatura, pues quien resulte electo a presidir la Junta de Gobierno tendría, bajo su responsabilidad, sacar avante las reformas constitucionales para así modificar los yerros impuestos por el ex gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca al través del grupo parlamentario que validó sus aberraciones en la LXIV legislatura.

El principal: la adición al artículo 165 de la Constitución Política estatal, que dice que una vez aprobada la iniciativa de reforma o adición se enviará ésta a los Ayuntamientos, con copia de las actas de los debates, los cuales en el término de 30 días naturales deberán notificar si la aprueban o no. (Y) una vez transcurrido este término el Congreso, estatal, realizará el cómputo correspondiente. Y de obtenerse la mayoría de votos, de los ayuntamientos en favor de la adición o reforma, ésta se declarará parte de la Constitución.

Hay más aberraciones constitucionales aprobadas por esa gavilla, que tocará corregirlas a la legislatura en ciernes.

Y esto, insisto, será quehacer del nuevo pastor(a).

En el escenario, aparecen dos, como prospectos a presidir la Junta de Gobierno.

Una, es Úrsula Patricia Salazar Mojica, quien la creó y encabeza en la actualidad y hasta la conclusión de la actual legislatura.

El otro es Armando Javier Zertuche Zuani, quien presidiera la Junta de Coordinación Política (JuCoPo) hasta el 9 de marzo de 2022 (en también la LXV legislatura), cuando mediante un albazo del panismo abyecto a García Cabeza de Vaca y la traición de cuatro diputados de morena fue destituido, al modificar la mayoría simple el artículo 29 de la ley sobre la Organización y Funcionamiento Interno del Congreso.

Los traidores fueron: Nancy Ruiz Martínez, Leticia Vargas Álvarez, Consuelo Nayeli Lara Monroy y Jesús Suárez Mata (hasta ese entonces del grupo morenista), actuaron por instrucciones de su jefe Adrián Oseguera Kernion, recibiendo a cambio millonarios ‘cañonazos’ y espacios en el grupo parlamentario albiceleste.

La jugarreta se dio por venganza de García Cabeza de Vaca, contra el diputado Zertuche Zuani, porque éste se manifestó a favor del juicio de procedencia acordado por la Cámara de Diputados en 2021; y con la mayoría de votos, en sesión plenaria, logró el desistimiento de la legislatura para oponerse al desafuero, como lo pretendían los albicelestes.

Al relevo entró en panista Félix Fernando García Aguiar, pero en enero 13 de 2023 perdió la JuCoPo. Inclusive, votaron para su destitución dos de las legisladoras del grupo albiceleste: Sandra Luz García Guajardo y Linda Mireya González Zúñiga, lo que significa que recibió una sopa de su propio chocolate.

Primero la agenda

Antes de nombrar presidente(a) de la Junta de Gobierno y presidente(a) de la Junta de Coordinación Política e inclusive previo al inicio de la legislatura LXVI, los diputados aliancistas obligados están a diseñar una agenda fuera de todo interés unipersonal.

Esto significa que deben abandonar el protagonismo y dejar la grilla de lado, pues el jefe político estatal observa cada uno de sus movimientos.

Y es él, precisamente, quien marcará la pauta.

Correo: jusam_gg@hotmail.com