Por Martín Díaz
Reynosa, Tam. En la calle Zaragoza de Ciudad Reynosa, se están llevando a cabo obras de embellecimiento que han levantado polémica y serias acusaciones contra el alcalde Carlos Peña. Varios locales en esta calle, propiedad de la familia del alcalde, están siendo beneficiados por estas obras. Lo más grave es que estos locales, son rentados por el mismo municipio que él encabeza.
Según fuentes locales, los locales comerciales ya habían sido remodelados previamente con presupuesto municipal. Este acto, que contraviene la Ley de Responsabilidades de Servidores Públicos, no ha sido suficiente para frenar al alcalde, quien continúa pagando una cuantiosa renta a su propia familia.
El caso concreto de la calle Zaragoza y Ocampo, donde se ubica la poficina de pasaportes de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Este claro conflicto de intereses pone en evidencia la falta de ética en la administración de Carlos Peña. El uso de fondos públicos para beneficiar directamente a su familia no solo es una violación de la ley, sino una traición a la confianza depositada en él por los ciudadanos de Reynosa.
¿Por qué se siguen destinando recursos municipales para favorecer a la familia del alcalde mientras otras áreas de la ciudad siguen desatendidas?. Es esencial que se realice una investigación exhaustiva para determinar la legalidad de estas acciones y que se tomen las medidas necesarias para asegurar que el alcalde cumpla con sus responsabilidades sin beneficiar a sus propios intereses.
Los ciudadanos de Reynosa merecen un gobierno honesto, transparente y comprometido con el bienestar de todos, no solo con el beneficio del clan de la pandilla del Makiato.
Cabe mencionar que a una cuadra donde se ubica esta nueva obra preferente, se encuentra la calzada Virreyes, en la olvidada zona rosa, donde sin aparentemente favorecer a ningún negocio se invierten varios millones de pesos en la reposición de drenaje sanitario, adoquinamiento, cordones, banquetas y postería con alumbrado, otra de las obras que en nada benefician al pueblo sino a unos cuantos
