Ma. Teresa Medina Marroquín.-
UN ESCENARIO QUE DEJÓ MUY IMPRESIONADO AL PUEBLO
NORTEAMERICANO
El 22 de noviembre de 1963, en Dallas, Texas, un francotirador de nombre
Lee Harvey Oswald realizó dos disparos de fusil, logrando uno de ellos
reventarle el cráneo al presidente John F. Kennedy.
Este sábado 14 de julio de 2024, en Butler, Pennsylvania, el expresidente
Donald Trump sufrió un atentado mientras encabezaba un acto de
campaña, confirmándose que una bala le alcanzó la oreja derecha,
causándole un sangrado nada grave.
La diferencia entre ambos atentados radica en que hace 61 años los
disparos hechos por los rifles de alto poder eran ya de gran precisión,
mientras que hoy día casi se disparan “solos”, y a 3 kilómetros pueden
alcanzar a cualquier blanco.
¿Significa que el tiroteo perpetrado contra el también magnate neoyorkino
arroja revelaciones sobre que los balazos recibidos, son parte de un
escenario montado para impresionar al electorado del Partido Republicano y
en general al pueblo estadunidense?
Ya pasaron muchas horas de que este intento de asesinato se convirtiera
(según se afirma) en una estratagema para que Trump sea visto cómo un
“mártir”, trasladando esto a una inminente victoria electoral.
Partiendo todo esto de la llamada “guerra cognoscitiva” y no de las formas
elementales de propaganda política, el “balazo” que dio en la oreja derecha
del candidato presidencial del Partido Republicano será sin duda la que lo
lleve por segunda ocasión a la Casa Blanca.
Un “disparo” que, por cierto, de acuerdo con la ciencia balística, nada tiene
que ver con un verdadero balazo que de haberse dado le hubiera
desintegrado el pabellón auditivo, incluyendo otros efectos graves.
Pero las sospechas indican que todo es un ardid electoral que a partir del
sábado pondrá en el primer lugar de las encuestas (y en forma irreversible)
a Donald Trump, sea quien sea su adversario por el Partido Demócrata.
Con esa estratagema tan inesperada como impensada, que el 95% de la
población americana creerá inocentemente, Estados Unidos podría
inaugurar una serie de acuerdos en el contexto de la geopolítica mundial.
ES MUCHO MEJOR TENER A CHINA DE ALIADA Y NO DE ENEMIGA
En primer lugar reanudando sus relaciones con Rusia y China, y alejando
por un buen tiempo al fantasma aterrador de una Tercera Guerra Mundial
que Joe Biden aún puede desatar.
Y finalmente, dentro de esos acuerdos impedir que Estados Unidos quede
rezagado (ante los ojos del mundo) por la riqueza de China y el poderío
militar de Rusia, concluyendo el conflicto en Ucrania, destensando a Europa
e iniciando una nueva etapa para la angustiada economía norteamericana.
Porque la realidad que Trump entiende muy bien es que a China, como
primera superpotencia económica del mundo, es mejor tenerla como aliada
y no de enemiga, sin detonar una guerra con la Rusia de Vladimir Putin.
En el caso de México, el desafío del nuevo Gobierno federal de Claudia
Sheinbaum tendría implicaciones muy complejas por la mano dura de
Trump.
Pero esa es otra historia de la que se derivarán diversos escenarios donde
México y Estados Unidos modificarían radicalmente las estrategias de
seguridad. Nada que ver la historia AMLO-Biden con la que vendría entre
Trump y Sheinbaum.
UNA EDUCACIÓN INTEGRAL Y DE EXCELENCIA: LUCÍA AIMÉ
CASTILLO PASTOR
En Tamaulipas la titular de la Secretaría de Educación, Lucía Aimé Castillo
Pastor, continúa interpretando cabalmente las prioridades del gobernador
Américo Villarreal Anaya.
Destaca Castillo Pastor que la dependencia que encabeza seguirá
trabajando a fin de alcanzar los más altos desempeños educativos que
trasciendan en una mejor calidad de vida y oportunidades para todos.
Llama la atención que esta funcionaria reitere al alumnado de Tamaulipas
su derecho a una educación integral y de excelencia, con lo que ella misma
y sus colaboradores estarán esforzándose mucho más, destacando su alto
nivel de trabajo, transparencia, ética y calidad.
¡Excelente inicio de semana!
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