La Comuna

Opinión

 

José Ángel Solorio Martínez
LA DECADENTE SITUACION DEL PIAN TAMAULIPECO
Si algo impactó el contundente triunfo de MORENA en Tamaulipas, fue el sistema de partidos. La red partidista, fue desquiciada por un triunfo que ni la misma corriente guinda, habían previsto. Se esperaba, al menos 850 mil votos desde los más altos niveles del lopezobradorismo tamaulipeco; y no: fueron más de un millón de votos que desquiciaron a las oposiciones y las arrinconaron, hundiéndolas en negras y profundas crisis.
El PAN de la región, cayó a un nada confrontable segundo lugar con una votación que lo ubicó como una oposición en franco y abierto retroceso. El PRI, se instaló en su peor momento partidista desde su nacimiento y el PRD, vive su aniquilación visible como innegable.
¿Tiene expectativas saludables el panismo tamaulipeco, para recuperar la salud y la fortaleza políticas?
La verdad: en el corto plazo, no.
Se hermanaron dos circunstancias que le hicieron perder más de 300 mil votos un corto tiempo: la exitosa campaña a la gubernatura del Truco Verástegui, quien obtuvo casi 650 mil sufragios, hace dos años, y la deplorable presencia de los cuadros de Francisco García Cabeza de Vaca, en esta reciente elección, que atrajo más repulsa ciudadana que simpatías populares; apenas lograron unos 350 mil votos para llevar a su candidata al Senado.
Apremia al panismo, renovar sus cuadros dirigentes ante tamaña declinación que enfrentan.
¿Dónde están los nuevos y emergentes liderazgos azules en la entidad?
No se ven por ninguna parte.
Se los acabó, Cabeza de Vaca. A unos los obligó marcharse a otras opciones; a otros simplemente los soslayó de la ruta de disputa de autoridad.
En mucho, el exgobernador, inhibió el nacimiento y el crecimiento de liderazgos con carisma e influencia sociales en la comarca, ubicados en la militancia que estaba fuera de su familia.
No se ve por ninguna parte, quién pueda levantar las banderas y estafetas azules.
En el PRI, el panorama está más que oscuro. Envejeció aceleradamente: no se visualiza un salvador o salvadora en estos momentos de incertidumbre y amargura. Paloma Guillén Vicente, con más de setenta años en sus espaldas, se ve complicado que puede mostrar el rostro fresco y limpio que su partido requiere para re-oxigenarse y regresar a los primeros sitios de preferencias electorales.
Los escenarios que vienen, sin duda, achicarán aún más las personalidades del PRI y del PAN, que estarán en el Congreso del Estado, arena en donde se darán trascendentes batallas por la entidad y por la nación: se verán en la necesidad de defender lo indefendible. Forzosamente, tendrán que ensañar sus verdaderas garras para rechazar públicamente los proyectos de gobierno y de parlamentos, del Segundo Piso de la IV T.
La reforma al Poder Judicial de la Federación será la manzana de la discordia.
Efectivamente: veremos, a diputados priistas y panistas –y uno que otro del MC– oponerse a la elección de Magistrados y jueces. Su postura a la Reforma Electoral, del Segundo Piso de la IV T, de la misma forma, exhibirá el pensamiento conservador –más claro: antipopular– del PRIAN. Éstas obligadas actitudes de las oposiciones, los desvincularán de los deseos de la sociedad mexicana. (¿Acaso, los mexicanos, no votamos por el Plan C de la IV T?).
El futuro inmediato para el PRIAN, está más que complicado en Tamaulipas.
Sin liderazgos saludables de reemplazo en el corto tiempo; sin propuestas coherentes y sin críticas racionales y alternativas a las ofertas de MORENA, se ve en chino que puedan levantarse del suelo y el lodo.
Patética situación para el PRIAN: cuando pudieron cambiar el escenario sociopolítico y económico del estado, no quisieron; y ahora que quieren, no pueden hacerlo.