La Comuna

Opinión

 

José Ángel Solorio Martínez

Ciudad Victoria, es una de las ciudades de mayor importancia en el estado, que, debido a los impactos de la elección de junio pasado, se desempanizó. Luego de varios gobiernos panistas con resultados funestos –el de Xico González y Pilar Gómez– y con escasa relevancia, inició el empoderamiento de MORENA.
Xico y Pilar, militantes del PAN de última hora, desplazaron al panismo histórico de la capital, al tiempo de ningunearlos en los cargos públicos del Ayuntamiento. Esa conducta de los alcaldes azules echó en manos del lopezobradorismo, a buena parte de la militancia albiazul.
Esas circunstancias políticas –entre otras de mayor gravedad– convirtieron al PAN victorense en un partido menor y en una organización política opositora de poca monta.
Si a alguien hay que responsabilizar de la debacle y la estrepitosa derrota del panismo capitalino, –después de Francisco García Cabeza de Vaca– fueron las administraciones encabezadas por Xico y Pilar.
¿Quién puede levantar la bandera del panismo en ciudad Victoria?
No es sencillo, ubicar a un cuadro con potencia y presencia en la ciudad, como para encabezar a una oposición con autoridad y con vitamina. Los panistas más congruentes y consistentes forman parte del padrón o de MORENA, o del Movimiento Ciudadano (MC) o del Partido Verde.
Sin duda, uno de los cuadros de la oposición –PRIAN– que sobrevivió al aplastamiento general del PAN en junio pasado, es Oscar Almaraz Smer; su gallarda postura, al reconocer la derrota sin aspavientos y sin quejas, le hizo recuperar reconocimiento de sus compañeros de partido y buena parte de los votantes que lo apuntalaron en su aventura electoral.
Colmilludo, con experiencia, ecuánime, parece ser, la única carta para una oposición que se mueve sin cabeza y sin recursos; no se ve otro personaje que pueda enarbolar la bandera de tricolor y del azul, y constituirse en una sólida y respetable oposición.
Esa ausencia de segmentos opositores con garra y fuerza, le dan oportunidad al alcalde Lalo Gattás, para gobernar en paz y hacer un buen papel administrando la capital del estado.
Con Almaraz o sin Almaraz, el PAN, la tiene cuesta arriba en ciudad Victoria.
No se debe olvidar, que la capital es el asiento de los Poderes; y en ese tenor, el Ejecutivo es el Poder de los poderes, con todo y que el Judicial por el momento esté fuera de la órbita del gobernador morenista. Este reacomodo, es un obstáculo para la aparición de la oposición; ni el PAN, ni el PRI ni el PRD, poseen representantes como para transformarse en grupos de presión al jefe edilicio morenista.
De otra forma: Gattás, tiene todo el horizonte para operar.
Con el PAN, PRI y PRD, diezmados por sus propias limitaciones –al parecer, también por la fragilidad de sus representantes en el Cabildo– MORENA será el partido de poder en ciudad Victoria.
Gattás no requiere urgentemente una estructura partidista de apoyo. La anemia que caracteriza a quienes debieran ser sus vigilantes, les evita estar en condiciones de moverse como contrapesos del presidente municipal.
Es decir: con MORENA o sin MORENA, el Ayuntamiento guinda, por su fortaleza y su condición geopolítica, está en la orientación de gobernar sin obstáculos y sin estridencias.
Sin el PT y el PV, –fueron con candidatos propios a la alcaldía capitalina– Gattás, caminará más ligero y más seguro.
Con el gobernador, Américo Villarreal Anaya y MORENA-TAM, a su lado, difícilmente le quitarán una pluma al alcalde morenista.
En concreto: no hay justificación que valga, para incumplir los pactos de campaña, contraídos con los victorenses.