LA COMUNA

Opinión

 

José Ángel Solorio Martínez

Por décadas, las Comisiones de Agua Potable y Alcantarillado (COMAPA), fueron la caja chica de alcaldes y gobernadores. El PRI y sus aliados, hicieron de ese pervertido fenómeno parte de los usos y costumbres del poder en los municipios y en el estado. La más importante de esas dependencias, es la de Tampico.
Por la cantidad de usuarios y por los recursos hídricos que administra, la COMAPA conurbada, se le llama, es responsable de las redes de distribución de agua potable y alcantarillado de Tampico, Madero y Altamira.
Hace unas horas, salió a la luz pública el atraco que algunos funcionarios de los tiempos del PRI y del PAN, ejecutaron con los dineros de esa empresa pública. Se afirma, que varios funcionarios deshonestos se embolsaron poco más de mil millones de pesos.
Así de fácil.
Sin que, en su momento, nadie se percatara de tal quebranto de dinero del contribuyente tamaulipeco
No es complicado, inferir que esa entidad gubernamental es nido de ineficaces servidores públicos como hospedero de insaciables pillos.
Dinero para resolver cualquier problema técnico o de infraestructura, lo hay.
Pero uno puede ver, en las calles de Madero y Altamira –en Tampico, existe ese problema en dimensiones menores– el abandono de los jefes de la COMAPA: centenas de fugas, decenas de calles inundadas, miles de ductos de drenaje obstruidos y el clamor y enfado de miles de usuarios que no se explican cómo el servicio es de malísima calidad cuando cubren religiosamente las cuotas mensuales de consumo.
O sea: miles de millones entran a las cajas registradoras de la dependencia, y muy pocos pesos salen para mejora de la prestación de ese vital servicio.
Hasta ahora, no se sabe de algún funcionario, de alguna COMAPA, que hay sido puesto frente a los jueces por malos manejos de los recursos de la ciudadanía.
Es decir: se infiere que no han encontrado culpables en el desastre estatal de la infraestructura de agua y drenaje que tiene a miles de colonias y comunidades rurales, en la inmundicia y en la carencia del vital líquido.
El caso de la COMAPA conurbada es emblemático.
La zona es de las más privilegiada del estado, en relación con los activos hidráulicos: en estos momentos, su sistema lacustre, está rebosante y el río Pánuco es un caudaloso afluente…
…pero en decenas de colonias de Madero y Altamira no hay agua en los ductos.
¿Dónde está el agua del sur de Tamaulipas?
Se colige: algunos usuarios –principalmente fábricas de Altamira y algunas de Tampico– masivos, como grandes empresas nacionales y extranjeras, reciben trato privilegiado de las COMAPAS de la comarca.
Más claro: se debe investigar el guachicoleo de agua por parte de los directivos de esas instituciones que no están cumpliendo con su trabajo, en tanto operan como empleados de grandes consorcios económicos de Tampico-Madero-Altamira.
Claro que el Congreso del estado, debe investigar.
No sólo para regular las COMAPAS de la entidad; también para construir instrumentos de fiscalización escrupulosa para esas dependencias que se han convertido en cuevas de bandidos.
Hay que apagar la sed de los tamaulipecos, al tiempo de disminuir la agresividad cleptómana de centenares de ladrones que actúan como verdugos de la sociedad.
En ese rubro, hasta hoy, la IV T, sigue siendo igual que sus antecesores.