DE PRIMERA …. LA DAMA DE LA NOTICIA

Opinión


POR ARABELA GARCIA ….

URGE TRANSPAREBNCIA EN MATAMOROS
La Corrupción Municipal Despoja a los Ciudadanos de Servicios Básicos: ¿Cómo Hará Frente el
Nuevo alcalde a Este Problema?

En un giro alarmante de los eventos, el reciente proceso de auditoría llevado a cabo por el equipo
de transición en el Ayuntamiento de Matamoros ha desvelado una red de corrupción que arroja
una sombra inquietante sobre la administración pasada de Mario López. Los hallazgos revelan una
situación profundamente preocupante que no solo compromete la integridad de la administración
municipal, sino que también pone en entredicho la confianza pública en la gestión de los recursos
públicos.
Durante las visitas a diversos departamentos, se ha descubierto que más de cien empleados que
deberían estar en funciones no se encuentran en sus puestos de trabajo. Estos individuos, que
reciben un salario quincenal de aproximadamente 15 mil pesos, han estado recibiendo sueldos sin
cumplir con sus obligaciones laborales. Esta anomalía sugiere la existencia de una práctica
ampliamente conocida como «aviación» de personal, donde se asignan salarios a empleados
fantasma, una grave forma de malversación de recursos públicos.
La magnitud del problema se refleja en la cifra astronómica de tres millones de pesos mensuales
en nómina para estos empleados no operativos. Al proyectar este gasto a lo largo de cinco años y
seis meses, se revela un desfalco cercano a 160 millones de pesos. Este monto no solo es
desmesurado, sino que también sugiere un esquema de favoritismo y nepotismo, beneficiando a
familiares de funcionarios de alto rango y a personas cercanas a ellos.
Un aspecto particularmente inquietante es que muchos de estos empleados fantasma están
adscritos al área de Contaduría, un departamento que no requiere una plantilla tan extensa. La
administración pasada y está encabezada por Mario López, tenía pleno conocimiento de estas
irregularidades, lo que intensifica la gravedad de las acusaciones y la necesidad urgente de una
investigación exhaustiva.
A esto se suma la sorprendente revelación de que más de diez empleados, a pesar de estar
oficialmente incapacitados, están involucrados en otras actividades remuneradas y continúan
recibiendo su salario sin cumplir con sus responsabilidades laborales. Algunos de estos individuos
incluso utilizan sus «incapacidades» como una excusa para viajar mientras siguen cobrando su
sueldo.
El equipo de transición ha tomado cartas en el asunto y está comprometido a actuar conforme a la
ley para esclarecer y deslindar responsabilidades. La magnitud de las irregularidades encontradas
es tan vasta que es plausible que se descubran aún más irregularidades a medida que avancen las
investigaciones.

Este es un momento crítico para el Ayuntamiento de Matamoros. Es imperativo que se lleve a
cabo una investigación rigurosa y se tomen las medidas necesarias para restaurar la confianza
pública. La transparencia, la rendición de cuentas y el compromiso con la ética deben ser los
pilares fundamentales de la administración municipal. La ciudadanía tiene el derecho a exigir que
sus recursos se manejen con integridad y eficacia, sin espacio para la corrupción o el abuso.
Como sociedad, debemos recordar y exigir los principios fundamentales de «no robar, no mentir y
no traicionar.» Estos valores no solo deben ser predicados, sino vividos en cada rincón de nuestra
administración pública. La transparencia en los ayuntamientos no es una opción, sino una
necesidad imperiosa para el buen gobierno y el desarrollo de nuestra comunidad.
«La Corrupción Municipal: Un Obstáculo para el Progreso y el Bienestar Ciudadano»
La corrupción en los municipios es un problema que socava las bases del buen gobierno y, más
importante aún, priva a los ciudadanos de los beneficios que deberían recibir de sus
administraciones locales. En lugar de ver mejoras en la infraestructura y en los servicios básicos,
los ciudadanos se encuentran atrapados en un ciclo interminable de promesas incumplidas y
recursos mal administrados. Este fenómeno no solo afecta la calidad de vida, sino que también
perpetúa un estado de desconfianza y apatía hacia el gobierno local.
Los servicios básicos como el agua potable, el alumbrado público y el mantenimiento de las calles
deberían ser prioridades para cualquier administración municipal. Sin embargo, la corrupción a
menudo desvía recursos que deberían destinarse a estos servicios esenciales. En lugar de invertir
en el bienestar de la comunidad, los fondos se malgastan o se desvían para beneficiar a unos
pocos, dejando a la mayoría sin acceso a lo más elemental. El resultado es un deterioro en la
calidad de vida y una creciente frustración entre los ciudadanos.
Es un ciclo frustrante: las administraciones que llegan se quejan de la falta de recursos heredada
de sus predecesores, mientras que los ciudadanos se encuentran en una situación de desventaja
constante. Muchas veces, las nuevas administraciones no sólo tienen que lidiar con la corrupción y
la mala gestión de los fondos, sino que también se ven obligadas a enfrentar una falta de recursos
que limita su capacidad para implementar cambios significativos. Esta falta de continuidad en la
gestión municipal convierte a los ciudadanos en meros espectadores de un proceso en el que
siempre terminan perdiendo.
En este contexto, resulta fundamental que los nuevos funcionarios adopten un enfoque
transparente y comprometido con el bienestar público. Se ha mencionado que Alberto Granados,
el próximo alcalde, podría anunciar su equipo de trabajo la próxima semana. Aunque aún no se ha
revelado toda la plantilla, la expectativa es que Granados pueda comenzar a establecer un
gobierno que se distinga por su cercanía con la ciudadanía y su compromiso con la rendición de
cuentas.
Granados ha manifestado su intención de gobernar «de calle», es decir, estar en contacto directo
con los ciudadanos en lugar de gestionar desde un escritorio. Este enfoque representa un buen
comienzo, ya que el contacto directo con la comunidad puede ofrecer una visión más clara de las
necesidades y prioridades locales. Además, su promesa de no hacer promesas que no pueda
cumplir es un indicativo positivo de su compromiso con una gestión honesta y realista.