Los interlocutores con la federación.

Opinión

Por Oscar Díaz Salazar

A principios de los años noventa, en la Secretaria de Desarrollo Industrial, Comercial y Turístico (actualmente desarrollo económico) del gobierno de Tamaulipas, laboraban varios funcionarios que tenían el grado académico de doctor.

Salvador Fernández Tavizón, subsecretario de Industria, tenía incluso estudios de post doctorado en el extranjero (Canadá y Alemania) en química, metalurgia y ciencias de los materiales. El subsecretario de Infraestructura, de apellido Arredondo, era doctor en administración egresado de una universidad española.

Que hubiera varios funcionarios con el grado académico de doctor, le valió a esa secretaria para que la motejaran como El Hospital.

En ese tiempo no era tan común, ni eran tantos como ahora, las personas que alcanzaban ese grado académico. Sin animo de mi parte de desacreditar a los que hoy son maestros o doctores, me parece que se han «abaratado» esos grados o niveles educativos, y no me refiero al costo en dinero para conseguirlos, y desde luego que siguen existiendo escuelas de primer nivel que ofrecen programas de doctorado de calidad.

Traigo a colación esos recuerdos, en ocasión del inminente relevo de quienes forman parte del gabinete presidencial, del equipo integrado por individuos cuyos nombres y curriculum se han dado a conocer en las últimas semanas, por lo que ya sabemos que varios tienen el máximo grado de estudios universitarios.

La presidenta Claudia Sheinbaum es universitaria. Tiene el grado de doctor y por muchos años trabajó en la academia, la investigación, la cátedra. Por eso es entendible que sus colaboradores designados también posean formación universitaria de primer nivel y tengan grados académicos por arriba de la licenciatura.

Para entenderse con esos «científicos», que espero sean la antítesis de los científicos porfiristas en muchos aspectos, con excepción de los elevados conocimientos técnicos y teóricos, es conveniente que el gobierno del Estado de Tamaulipas reclute talentos que puedan llevar la interlocución con los funcionarios federales de tú a tú, hablando y escribiendo el mismo idioma,

Homologar el gabinete estatal con el federal, reclutando talentos con características afines a los que estableció la presidenta electa Sheinbaum, ayudaría a potencializar las sinergias que ya existen entre el gobernador Américo Villarreal y la futura presidenta.

Mujeres, doctoras, maestras, académicas, científicas, expertos, activistas políticos, de izquierda, con militancia en los movimientos sociales, progresistas, catedráticas, con trabajo de partido…. Por ahí es el rumbo, si se quiere optimizar y maximizar la interlocución con los funcionarios federales del segundo piso de la transformación.