LOS HECHOS

Opinión

POR José Inés Figueroa Vitela

Ser o no ser… esa es la cuestión.
En materia legislativa, de política y gobierno, los de ahora, no quieren ser más
cómplices del delito, mientras los del pasado siguen fletados con sus mayores,
gritando en el desierto por la prolongación de la impunidad y los privilegios.
La aprobación, ayer, de la reforma a la Ley Interna del Congreso local, representa
un cambio significativo en el panorama regional, confirmando la efectiva
transformación integral del Estado, que ya no tiene “V” de vuelta.
Esta iniciativa, aprobada en sesión extraordinaria, ejerce un enfoque renovado hacia
la transparencia y la rendición de cuentas en el ámbito legislativo, político y
gubernamental, por tanto tiempo postergado.
La nueva legislación, centrada en la verificación rigurosa de la identidad de quienes
han de rendir protesta como nuevos diputados, busca emular estándares de otros
congresos y sin duda, fortalecerá la legitimidad de la nueva Legislatura.
De lo más relevante, el establecimiento de que cualquier diputado podrá presentar
su protesta, siempre que su identidad sea acreditada formalmente.
En un contexto donde la confianza en las instituciones ha sido erosionada, esta
medida busca restaurar la fe pública en un Congreso que, por años, ha sido objeto de
controversias y polémicas.
La reforma también aborda un tema delicado: la relación entre el poder legislativo
y la justicia.
En un claro mensaje a quienes han utilizado su cargo como un escudo ante la ley, al
establecer que el Congreso de Tamaulipas no será un refugio para la impunidad.
Hace tres años, el ex gobernador de triste memoria, logró eludir su responsabilidad
judicial, gracias al apoyo de una artificiosa mayoría legislativa panista que lo protegió
de la justicia, contraviniendo lo aprobado en la Cámara de Diputados.
Este nuevo enfoque implica un compromiso firme con la legalidad, señalando que
la condición de diputado, no exime a nadie de enfrentar las consecuencias de sus
actos.
La diferencia es evidente: ya no se tolerará que el fuero se convierta en un manto de

impunidad.
Por supuesto, esta reforma no busca debilitar los contrapesos del poder, como
aquellos exaltan como excusa; por el contrario, pretende eliminar los privilegios que
han sido utilizados como instrumentos de corrupción y delito.
La pretención, de los contumaces defensores de los cabecillas de la banda que
asaltó el poder local el pasado sexenio, de que algunos legisladores son perseguidos
políticos, es una falacia que ha sido utilizada para encubrir conductas delictivas.
La decisión de los legisladores, de rechazar la complicidad con la impunidad, es un
paso hacia la democratización y la rehabilitación de la política en Tamaulipas.
No se ser cómplice de quienes intentan utilizar la política para evadir la justicia,
abre la puerta a un nuevo capítulo en la gobernanza del estado.
Este cambio es un indicativo de que la sociedad tamaulipeca está demandando una
política más ética y responsable, donde la justicia prevalezca sobre los intereses
personales y políticos.
En conclusión, la reforma a la ley interna del Congreso de Tamaulipas, representa
una oportunidad de cambio y renovación.
Si bien es fundamental mantener los principios democráticos y los contrapesos en
el ejercicio del poder, también es imperativo que se actúe con firmeza contra la
corrupción y la impunidad.
Solo así, se podrá construir un futuro donde la política sirva al bien común y no a
intereses particulares.
“Que le baje dos rayitas a su protagonismo; no es muy importante, para dedicarle
una ley. No sabíamos; él dice tiene órdenes de aprehensión; que tome cartas en el
asunto”, respondió el diputado HUMBERTO PRIETO a pregunta expresa de los
reporteros, sobre la carta publicada en redes por el ex Senador, hermano del
exgobernador que piensa van a meterlo a la cárcel en cuanto quiera asumir la
diputación plurinominal, con esas reformas a la ley.
Que con su PAN se la coma.
Punto y aparte, ayer el alcalde capitalino LALO GATTÁS abrió la ronda de tomas
de protesta de las nuevas administraciones municipales.
Esta gestión que concluye, se consolidó como un modelo de cercanía con el pueblo,
centrándose en políticas de austeridad y ahorro, impactando directamente en la mejora
de los servicios públicos.
El enfoque en el bienestar de los ciudadanos, con programas de beneficio a las

familias y sectores vulnerables -dotación de garrafones de agua, atención médica
preventiva, atención a más de 35 mil deportistas- son resultado de un compromiso
genuino para elevar la calidad de vida de los victorenses.
La inversión en obra pública histórica, enfocada al desarrollo económico y social,
se refleja en más de mil 600 millones de pesos aplicados en pavimentación de calles y
mejora de la red de agua potable y drenaje.
El Fondo de Capitalidad, ha permitido adquirir equipos esenciales que optimizan la
recolección de basura y otros servicios públicos, elevando la eficiencia y en ello, el
sentido de pertenencia y orgullo entre los ciudadanos.
De cara al futuro, resalta el compromiso de continuar con la transformación, la
colaboración del Gobierno Municipal, el Sistema DIF Victoria y la ciudadanía, con el
concurso del Estado, bajo el liderazgo del gobernador AMÉRICO VILLARREAL
ANAYA.
Elementos ondeados en la ceremonia, la tarde-noche de este martes.

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