AL VUELO

Opinión

Por Pegaso
TRANVERSALES
Hay que entender esto: No hay muchos sexos, sino solo dos: Masculino y Femenino. Lo demás es locura colectiva.

-¿Por qué dices tal exabrupto, Pegasiux de Petatiux?-se asoma a preguntar uno de mis dos o tres lectores.

Bueno. Porque es lo que nos indica la Biología, la Naturaleza.

En un modelo que funciona en la mayoría de las especies animales, aunque hay que decirlo, existen excepciones.

Los organismos unicelulares, por ejemplo, se reproducen asexualmente, por partenogénesis. Hay otros que se embarazan a sí mismo y existen animales hermafroditas.

Pero hasta donde sé, no hemos visto que un caballo se sienta yegua o que un toro se sienta vaca y empiece a dar leche.

A ver. Supongamos que tienen razón quienes aseguran que hay más de dos géneros: Transexual, Travesti, Bisexual, Binario, Cisgénero, Abrosexual, Agénero, Androsexual, Antrosexual, Asexual o Demigénero.

Nada impediría que alguien se pueda sentir como todos ellos. O sea, que si en este momento se siente, hombre, se le reconozca como hombre, pero si mañana se siente mujer, que se le reconozca como mujer, si pasado mañana agénero, asexual o bisexual, se le reconozca como tal.

Hemos creado un nuevo sexo, un nuevo género: El de los transversales.

La locura colectiva que invade al mundo ya ha causado demasiados estragos.

Pongamos, por ejemplo, a ese niño desorientado llamado “La Venenito”.

No sé cómo se identifica a sí mismo, pero se comporta como si fuera una prostituta. Pienso que pasará a la historia como “El Niño que se creía una Zorra”.

Su última gran aportación a la sociedad mexicana fue decir que no estudia, que estudiar no sirve para nada y que él está peleado con la escuela.

¡Imagínense lo que pasará por la cabecita de miles de chavales que lo siguen en sus redes sociales!

Siendo un influencer, gracias a todas las estupideces que hace y que a la gente le fascinan, el impacto que tiene en la mentecita de millones de niños y adolescentes es brutal.

La influencia de los medios de comunicación, ahora potenciados por las redes sociales, está cambiando al mundo, no sé si para bien o para mal.

Yo siempre he dicho que los seres humanos estamos en una especie de regresión evolutiva, una involución.

Ya estamos volviendo a la Edad Media, donde la cacería de brujas era muy común y los pensamientos más primitivos de la sociedad eran la regla.

Ahora, estamos viendo que es común que un hombre de pelo en pecho se sienta una miss universo, o que un deschavetado individuo se vista como perro y quiera que todos le digan “Firuláis”.

Al rato, como les dije líneas arriba, yo me voy a sentir un Pegaso ahorita y en una hora un unicornio, un dragón, un perro, un zombie, una mujer despampanante o un héroe de caricatura.

El límite es la imaginación. Bienvenido el nuevo género de los Transversales.

Nos quedamos con el refrán estilo Pegaso: “¡Tu persona la porta y está imposibilitada de transmitírmela!” (¡Tú la traes y no me la pegas!)

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