DESDE ESTA ESQUINA.

Opinión

MELITON GUEVARA CASTILLO

Si hacemos caso a una realidad especifica, que a veces nos la escenifican en las películas,
que leemos en libros o en reportajes periodísticos, tenemos que aceptar que la justicia a
veces se tuerce: porque no es justicia a secas, para todos, en un estado de derecho que, se
afirma, todos somos iguales. Unos dicen que se venden; que los jueces y policías son
corruptos, otros que los impartidores y los que previene los delitos son incompetentes… el
caso es que, de pronto, es fácil preguntarnos donde está la justicia.
¿Qué es la justicia? Hay muchas definiciones, pero una cosa es real: justicia es hacer que
todo individuo, hombre o mujer, que cometió un delito sea juzgado y si es culpable, que se
le aplique la sanción correspondiente. En pocas palabras: que pague lo que corresponde por
sus acciones ilícitas. Sin embargo, al hacer un recuento de hechos, encontramos que hay
distintas formas de torcer la ley, de burlarla… aunque, parece mentira, a veces se le burla
por ignorancia, incompetencia o por corrupción.
SECUESTRADA.
Me entero, por ejemplo, que la Auditoria Superior del Estado detecto presuntas
irregularidades en 130 cuentas públicas del ejercicio fiscal 2021 que no fueron
dictaminadas por el Congreso Local. Cae dentro del ámbito de la rendición de cuentas y
hay una ley de responsabilidades de los servidores públicos; pero, además, las
irregularidades en el ejercicio presupuestal, dependiendo de su naturaleza puede caer en un
ilícito penal. Recordemos que, en otras épocas, mas de un presidente municipal ha sido
requerido por la justicia.
¿Por qué hay estos hechos? Y la única respuesta es que, de manera perversa, la justicia fue
secuestrada por intereses políticos; de que como un gobernador teniendo un Congreso
Local subordinado, atento a sus indicaciones, hizo cambios en leyes y reglamentos de tal
suerte que, mas de un titular de dependencias públicas, dejo de cumplir con sus
responsabilidades legales en afán de cumplir, digamos, instrucciones políticas. Ahora, todo
hace indicar, las trabas se quitaron y la justicia volverá a sus cauces, no normales, pero si al
ritmo del ejecutivo en turno.
IGNORANCIA O INCOMPETENCIA.
Con la detención del agresor de Melanie, el gobernador Américo Villarreal Anaya pondera
el papel de la Fiscalía, anotando que tiene un papel muy significativo en la reducción de los
índices delictivos y de combate a la impunidad. Efectivamente, así debe ser: cuando se
cumple fehacientemente con las atribuciones que las leyes y reglamentos le confiere. Pero
hay una realidad: en mas de una ocasión, incluso aquí en Tamaulipas, se hace destacar que
hay delitos impunes; que se cometieron y las investigaciones no avanzan o simplemente no
se hacen.

Nos enteramos, por ejemplo, que una persona detenida fue puesta en libertad por un juez: y
la razón, los elementos que justifican la acción del juzgador, es que los fiscales no probaron
de manera fehaciente el delito o culpabilidad del detenido. No recuerdo cuantas veces el
expresidente se quejaba de los jueces que dejaban en libertad a un narcotraficante o a un
asesino. Recuerdo como el abogado Juan Velázquez decía: la justicia no se vende ni se
tuerce, el problema es que hay abogados que son ignorantes, no conocen bien la ley. De
esto, conocí mas de un caso cuando trabajé en un juzgado penal.
COMPROMISO CON LA JUSTICIA.
Para que la justicia no se tuerza son varias las condiciones: que los ciudadanos, afectados
pues, hagan sus correspondientes denuncias y que Irving Barrios Mojica cumpla con su
deber, que sus agentes investiguen e integren los expedientes de manera correcta, para que
los jueces y magistrados del Poder Judicial, hoy a cargo de Hernán de la Garza, hagan
cumplir la ley. Porque, es cierto como se pregunta el gobernador, si no hay denuncia como
se puede castigar al culpable…pero, recordemos, por mucho tiempo Tania Contreras
López, consejera jurídica del gobernador, interpuso una y otra denuncia y nada, no
avanzaban, porque la FGJ no tenía el menor interés en cumplir con sus obligaciones.

Please follow and like us: