Gilda R. Terán
Seguramente que todos hemos oído hablar del Grinch, este es un personaje ficticio que
suele pulular en épocas navideñas y que se le atribuyen emociones de amargura, de apatía
de resentimiento hacia las navidades.
Además se le conoce como un ser ermitaño que gusta vivir aislado de la comunidad y por si
fuera poco, grandes rabietas hace cuando al son del villancico de “toquen campanas
toquen” quisiera robarse la Navidad.
Y en este sentido de ser felices en estas fiestas decembrinas el Gobernador Américo
Villarreal Anaya, arrasó con el Desfile Navideño, el cual fue un deleite para las familias
quienes presenciaron carros alegóricos de estas fiestas.
En esta presentación de los vehículos navideños apreciaron personajes como Santa Claus,
Los reyes Magos, además un mega Nacimiento que fue lo máxima representación de la
venida de Jesús el Salvador.
En estas travesías navideñas participaron Dependencias del Gobierno del estado, esto con el
fin de fomentar el espíritu de estos días en las familias, deleitando a granel a los chiquitines
reyes de la casa.
Así también se realizó el encendido del monumental pino y para rematar se exhibió un
“mapping” navideño, que fue una fiesta visual y musical para todos los presentes, así que
con todo esto el “Grinch no pudo robar la Navidad”.
Y es que para muchas personas, la Navidad es la época más hermosa y esperada del año,
pues incita a la reconciliación, a compartir reuniones con la familia, padres e hijos, con
amigos y a muchos los conduce a un espacio de reflexión, a un balance interior de sus
vidas.
En algunos casos pareciera que, con su llegada, tenemos que reflejar una escala de valores
y dejar atrás el rencor, el orgullo, la tristeza y otras tantas emociones negativas, las cuales
no son acordes para que prevalezca la espiritualidad.
Y es que el concepto espiritual, supone una nueva visión en nuestra consciencia y cada
cual, desde su perspectiva personal, en las cuales aflora las cualidades como la solidaridad,
humildad, la fraternidad y el amor y que se pueden practicar siempre, en todas las épocas
del año.
En mi opinión, estas cualidades como la solidaridad, la humildad, la fraternidad y el amor
se pueden practicar siempre, en todas las épocas del año, porque esto enriquece al ser
humano, sea feliz y si es en familia es mejor.
Y bueno, cualquiera que sea la forma que elijamos para celebrar la grandiosa natividad
redentora, seguramente nos veremos envueltos en este espíritu único que gira alrededor de
todo el mundo.
Seguramente que para acrecentar el fervor de la esencia de la natividad de Jesús, se logra de
una manera saludable compartiendo los buenos pensamientos y sentimientos en climas de
sobriedad y sencillez, con una actitud de solidaridad, centrados más en el dar que en el
recibir.
Creo que la verdadera espiritualidad es aquella que produce en el ser humano un cambio
interior, que le puede transformar desde sus circunstancias y su cultura; desde su propia
historia y su entorno familiar, social, etc.
Necesitamos saber que se trata de transformar el corazón y la mente, y entender que ser
espiritual hoy tiene que ver con hacer un camino hacia el encuentro con Jesucristo, que nos
lleve a un profundo cambio interior.
Nos vemos hasta la próxima.
gildateran@yahoo.com.mx