CUADRANTE POLITICO

Opinión

POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO

La entrega del recurso público a sus destinatarios, sin “jineteos” ni tortuguismos, se ha convertido en la constante del actual sexenio que conduce el doctor Américo Villarreal Anaya. Esos dineros que ya vienen destinados para los diversos sectores sociales, son benditos, nadie los toca, y menos se les desvía como antaño solía ocurrir.

Son 72 millones de pesos que beneficiarán a 28 mil estudiantes de escuelas primarias en nuestro estado. De estas escuelas pobres un día pueden surgir nuevas Estefanías Castañedas, Ramiros Iglesias, Carlos Cansecos, Ruy Pérez Tamayos, Isauras Calderón. A nivel nacional, la figura más emblemática de lo que puede lograr la educación en el encumbramiento y el liderazgo de gente de los más modestos estratos sociales, es el Presidente Juárez.

No sabemos a que nivel económico hayan pertenecido las tamaulipecas y tamaulipecos trascendentes aquí citados. Lo que sí es una certeza es que, cuando se tiene la voluntad, y existe el apoyo, se pueden lograr grandes hazañas, en materia política, económica y cultural.

En 2020 la población infantil de nuestro estado era de 931 mil 259 niñas y niños. Hablamos del 26 por ciento de la población total, lo cual representa todo un desafío en materia de políticas públicas. La mayor parte de esta esa estadística, se ubica en los sectores sociales más vulnerables.

Hasta 2022, el 32.6 por ciento de un segmento poblacional integrado por niños y adolescentes vivía en situaciones de pobreza. En ese mismo año, se documentó que este mismo sector, carecía de acceso a la alimentación nutritiva de calidad, y 29.3 por ciento adolecía de acceso a servicios de salud. Los datos provienen del INEGI y de la Red por los Derechos de la Infancia en México.

La violencia intrafamiliar contra menores de edad y adolescentes tuvo también un fuerte incremento en el tramo temporal del 2019 al 2022. Si este fenómeno lo cotejamos con el tema de la deserción escolar, nos arroja un dato por demás preocupante, porque en noviembre de 2022, diarios nacionales como Milenio informaban que nuestro estado figuraba a nivel nacional entre las entidades federativas con mayor número de estudiantes de bachillerato que en los tiempos de la pandemia, habían dejado la escuela.

No se requiere mucho esfuerzo para saber que, cientos de familias, (muchas de ellas disfuncionales) asediadas por la pobreza, el desempleo, y la absoluta ausencia de políticas públicas en favor de los estudiantes, optaron por ya no enviar sus hijos a la escuela. 4 mil 622 de estos valiosos chavos para el futuro de nuestro estado, dejaron sus estudios.

Desde luego esto también tiene que ver con el fértil terreno para el reclutamiento de nueva carne de cañón, en los escenarios del crimen organizado, y la generación de violencia.

Todas estas características del Tamaulipas del 2022 son las que rodearon el arribo del gobernador Américo Villarreal Anaya, hace poco más de dos años. Se recibió un Tamaulipas devastado, en todos los sentidos.

Pero toda esta lastimosa realidad, registró un cambio profundo, de caracter estructural. No es casualidad que en este primer tercio del sexenio las instituciones asistenciales como el DIF Tamaulipas hayan entregado más de 50 millones de raciones alimentarias a los sectores más desprotegidos.

Cuando hablamos de abandono, las estadísticas y los datos duros hablan con un lenguaje muy descarnado. Y obligan a preguntarnos entre otras cosas lo siguiente:

¿Por qué si ya había llegado el gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, desde el 2018, y ya se había planteado un nuevo orden político donde la narrativa del sexenio mexicano, era primero los pobres, en Tamaulipas seguían ocurriendo cosas absolutamente opuestas..?

Respuesta: porque aquí había una administración estatal chocada hasta decir basta con las nuevas políticas humanistas de AMLO. No querían saber nada de ellas, y trataban de presentarlas a la población como un fracaso.

Toda esta serie de boicots y de reacciones adversas, donde destacaban un día sí y otro también, los reclamos de mayores recursos, los señalamientos mezquinos de echar culpas y no asumir la responsabilidad propia, fue una dinámica perdedora y aislacionista que estuvo vigente, como una especie de apuesta. O de juego de vencidas de cara a la elección del 2022.

Por ello temas cruciales que ahora se atienden puntualmente como la nutrición poblacional y escolar, como el apoyo a las personas mayores, las becas estudiantiles, y todo ese abanico de beneficios hacia los sectores sociales más necesitados no se veían. No se aplicaban, y gran parte de esos recursos eran desviados, o se perdían en el subejercicio presupuestal.

Solo de esta manera puede explicarse que cuando MORENA y AVA ganan en el Tamaulipas de 2022, una de las principales declaraciones de AMLO fue que Tamaulipas era un pueblo valiente.

—–Fue lo mejor que le puedo pasar a Tamaulipas, regresaré con todo el gabinete para apoyarlo, dijo el Presidente.

Esta dinámica de total respaldo de Palacio Nacional para Tamaulipas y su gobierno estatal, sigue vigente con la doctora Claudia Sheinbaum Pardo. Y por ello, las expectativas de desarrollo social y de alianza con el pueblo trabajador, continúan más vigentes que nunca.

Estrategias de fortalecimiento social, como es la beca universal de educación básica, “Rita Cetina” para favorecer a todos los alumnos de educación básica en toda la república implementada por la doctora Sheinbaum, representan un fuerte pilar del segundo piso transformador.

La Pensión Mujeres Bienestar, con apoyo de tres mil pesos bimensuales para mujeres de 60 a 64 años, es también otro salto cualitativo, en la segunda etapa histórica de la 4T.

Las cosas marchan bien. Hay renglones como el migratorio, que nos pondrá a prueba a partir de enero. Pero cuando hay coordinación entre los tres niveles de gobierno, las cosas pueden salir avante.

Please follow and like us: