Ciudad de México.- La carta de invitación para adquirir una franquicia en la nueva Liga del Balompié Mexicano (LBM), que ya tiene registradas 15 franquicias, señala que además de los cinco millones de pesos para el registro de entrada y un millón de pesos más por temporada, el costo anual de operación de un equipo por año ronda los 35 millones de pesos.
Esta inversión que ya presumen clubes como Chapulineros, Club Veracruzano de Futbol, Atlético Ensenada, Atlético Capitalino, Atlético Jalisco, Industriales de Naucalpan, Lobos BUAP y Neza Futbol Club, entre otros, significa entre el 5 y el 11 por ciento de lo que invierten los equipos de la Liga MX (es decir, entre 10 y 20 veces menos), que gastan entre 300 y 700 millones de pesos al año en la administración, de acuerdo a fuentes consultadas.
Dentro de los montos de operación de un equipo se toman en cuenta la nómina, donde se consume hasta el 80 por ciento, viajes, transportación, hoteles y alimentación, gasto de oficinas (luz, gas, teléfono, agua), apertura del estadio y mantenimiento del terreno de juego.
Haciendo la comparación de la LBM con otros deportes profesionales en México, como el basquetbol y el beisbol, el gasto de operación del nuevo torneo de futbol solo se podría equiparar con la Liga Nacional de Baloncesto, que tiene equipos que operan hasta con 40 millones de pesos, como Fuerza Regia de Monterrey y Capitanes de la Ciudad de México.
Si bien tanto en la Liga Mexicana de Beisbol como en la Liga Mexicana del Pacífico no se hacen inversiones tan grandes como en la Liga MX, la administración de un equipo promedio es de 80 millones de pesos, casi el doble de lo que se gastará en una franquicia de la Liga del Balompié Mexicano. Esto sin contar a los equipos que pelean los campeonatos y que invierten hasta 180 millones de pesos por temporada.
EXIGENCIAS ADMINISTRATIVAS ORILLARON A CLUBES A IR POR LA LBM
Más allá de las altas inversiones, fueron las exigencias administrativas que tiene la Federación Mexicana de Futbol, las que llevaron a equipos como Chapulineros de Oaxaca a buscar otra opción como la Liga del Balompié Mexicano, donde encontraron todas las facilidades para certificarse y ser uno de los equipos fundadores de la competencia.
“Nosotros lo veíamos complicado (seguir en la FMF), más no imposible, teníamos ese sueño de tener liga de Ascenso y pelear estar en Primera División, pero también sí han sido complicadas las afiliaciones”, explicó José María Ramírez, presidente del club oaxaqueño.
“Por alguna razón no había esa confianza con nosotros, desconozco el por qué, pero hoy se da todo esto en el lugar y el momento indicado, y por algo pasan las cosas”.
Ramírez platicó que para incorporarse a la LBM tuvieron que cumplir con un cuaderno de cargos similar al que se tiene que entregar cuando se busca una afiliación a la FMF, con puntos como el estadio con capacidad de más de 6 mil asistentes, procedencia lícita del dinero, estados financieros y no tener problemas fiscales con las autoridades.
“Es algo muy similar, nos dieron luz verde con el estadio, los estados financieros, procedencia del dinero, que no tengas problemas con las autoridades fiscales locales, estatales y federales. Son varios requisitos, pero esos son los más importantes. Nos pidieron mucha documentación, sin embargo auditoría a la institución no hubo”, reveló.
Chapulineros jugó en la Liga Premier, Segunda División de la FMF, hasta la Temporada 2019-20, y luego de que los torneos fueron cancelados en México debido a la pandemia por coronavirus, tomaron la decisión de integrarse a la LBM, que se espera inicie su temporada el próximo 18 de septiembre.
