AL VUELO/ Por Pegaso

Opinión

Cinéfilo 

Ahora que está por bajar la curva de coronavirus, ya que el anuncio de que habrá vacuna en breve parece que asustó al bicho, las salas cinematográficas se aprestan a abrir sus puertas. 

En la Ciudad de México y en otras urbes importantes del País, las principales empresas que regentean salas de proyección ya abrieron sus puertas, aunque de manera restringida y guardando las necesarias precauciones. 

En pueblos bicicleteros como Reynosa, todavía tardarán un rato en operar. 

Yo me declaro un cinéfilo aficionado.  

No gusto de los dramones sentimentales, churros musicales o culebrones mexicanos.  

Más bien soy fan de las películas de acción, de superhéroes, de ciencia ficción y de vez en cuando, algo de terror. 

Admiro a los grandes directores norteamericanos, como Martin Scorcese, Steven Spielberg, Stanley Kubrick, Quentin Tarantino, Alfred Hitchcock, Christoper Nolan, Akiro Kurosawa, Francis Ford Coppola y muchos más. 

Mis películas favoritas siguen siendo, por supuesto, 2001: Odisea del Espacio, La Naranja Mecánica, Alien, el Octavo Pasajero, Impacto Profundo, Jurassic Park y todas las que tienen que ver con viajes en el tiempo. 

Claro. Cada quien tiene sus preferidas, pero estas son algunas de las que más he disfrutado. 

Pero no solo Hollywood produce buenas pelis. En la India hay una vigorosa industria productora de largometrajes. Le llaman Boolywood. 

Algunas de las cintas producidas por los estudios de Booliwood son buenísimas. De lo mejor que he visto está “3 Idiots”. Sus producciones tienen una característica común, que resulta extraña para los cinéfilos del resto del mundo: Todas ellas incluyen escenas de canto y baile corografiado. 

De las mexicanas, apenas me acuerdo de una u otra que me gustaron. Tal vez “Y tu mamá también”, y párale de contar.  

Nada que ver con la época del cine de oro mexicano. 

Recordemos que después de aquellas grandes producciones nacionales que competían incluso con las realizaciones hollywoodenses, siguió una época de decadencia: Primero, fueron las películas que intentaban rescatar el género western, pero al estilo ranchero mexicano, después vinieron las de luchadores, luego las de ficheras, posteriormente las de contrabando y narcotráfico, para caer a lo más bajo con churrotes como “No manches, Frida”. 

De los cineastas mexicanos que han tenido éxito en el competido mercado gringo, puedo citar la trilogía de Guillermo Del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu. 

Aunque mi Pegasita no comparte mucho mi afición, ya se me cuecen las habas por llegar a la taquilla, comprar mi boleto, ir al expendio y comprar unas palomitas con mantequilla, un hot dog y un chesco bien grande; sentarme en la butaca y esperar con impaciencia el inicio de una buena película. 

Para quienes están igualmente ansiosos, he aquí los filmes que no se proyectaron este año a causa de la pandemia pero que podrán exhibirse una vez que las autoridades federales o estatales decreten que los cines pueden reabrir sus puertas: 

-Richard Jewel, con Clint Eastwood. 

-El Oficial y el Espía, con Jean Dujardin. 

-1917, con un chingo de soldados gringos. 

-El Faro, con Willen Defoe y Robert Pattinson. 

-Jojo Rabbit, con Adolfo Hitler. 

-Te quiero, imbécil, con un reparto de perfectos desconocidos. 

-Un Amigo Extraordinario, con Tom Hanks. 

-Las Aventuras del Dr. Dolittle, con Robert Downey Jr., luego de morir Ironman. 

-Bad Boys for Life, con Will Smith y Martin Laurence. 

-Underwater, con Cristen Stewart. 

-Aves de Presa, con Margot Robbie como Harley Queen. 

-La Llamada de lo Salvaje, con Harrison Ford. 

-El Hombre Invisible, con Elizabeth Moss. 

-Godzilla Vs. Kong, con Millie Bobby Brown, Eleven en Stranger Things. 

-Los Nuevos Mutantes, sin Wolverine. 

-Viuda Negra, con Scarlett Johanssen. 

-Wonder Woman, con la correteable Gal Gadot. 

-Bob Esponja, con Keanu Reeves de invitado. 

-Top Gun Maverick, con Tom Cruise. 

Así que prepárense con su cubeta de palomitas y su refrescote tamaño jumbo para disfrutar de estas excelentes producciones cinematográficas. 

Va el refrán estilo Pegaso: “Cada  cavidad craneana es idéntica a un orbe”. (Cada cabeza es un mundo).