A MÁS DE UN MES DE “HANNA” SIGUE LA RECONSTRUCCIÓN

Portada Reynosa

Por Verónica Pérez García/EL SINODAL DE TAMAULIPAS 

Un automóvil de modelo 2002 aún permanece enterrado en el suelo en la calle sexta de la colonia Zedillo.

            Reynosa, Tam.- Aun y cuando los tres niveles de gobierno actuaron con rapidez, alarmados por las redes sociales y por el histpori9al de desagracias que allí han ocurrido, a más de un mes de que azotó aquí un coletazo del Huracán “Hanna”, persisten en diversos rumbos de la ciudad, hogares devastados cuyos propietarios aún no se recuperan del impacto sicológico y social, y que por tanto, no accionan correctamente para reparar su modesto patrimonio. 

            “Perderlo todo ha sido un trauma muy difícil de superar”, comentan vecinos de la calle Quinta entre Encino y Sauces de la colonia Zedillo, donde se observa aun el efecto de la destrucción con casas que no lograron rescatar ningún enser del hogar. 

NO SALVARON NADA 

            Aquí el grave problema es que la totalidad de los hogares se encuentran abajo del nivel de sus banquetas y la proximidad del dren de desembocadura de la Laguna La Escondida, les impidió ponerse a salvo con la rapidez que hubiesen querido esa noche del 28 de julio y madrugada y día del 29 del mismo mes. 

            Hoy a más de cuatro semanas de los hechos, a pesar de que la mayor parte de los hogares ya se encuentran ocupados, la reconstrucción no ha sido en todos los hogares, existen casas de madera que fueron arrasadas con todo y sus modestas pertenencias y aun muchas casas de material están deshabitadas porque perdieron lamentablemente todo su patrimonio. 

ESCOMBRO Y DESOLACIÓN 

            En la calle Quinta aún se observa un enorme charco en medio de la calle de tierra, es de las pocas que no han sido pavimentadas en ese polígono de pobreza. 

Basura e inservibles cacharros se encuentra en la vía pública a la espera de que alguien pase a recogerla.

            Todavía a la fecha personal del Gobierno del Estado de Tamaulipas recorre con programas de fumigación y encuestas para valorar su condición y atraer hacia ellos algunos programas beneficios de Bienestar Social. 

INSUFICIENTE AYUDA 

            Personal del DIF Municipal además del de la Secretaría de Salud, propiamente de la IV Jurisdicción Sanitaria y el diputado Alberto Lara,  también han acudido con regularidad a entregar kits de implementos sanitarios como detergente, jabón, escobas, trapeadores, cepillos, papel sanitario, desinfectantes cloro, fabuloso y despensas, además de algunos muebles para el hogar que han resultado insuficientes para aquellos que viven en ese perímetro. 

            Otras colonias cercanas como Las Delicias, La Azteca, Juan Escutia y Lomas del Villar se encuentran en algunos de sus sectores en las mismas condiciones de devastación que la Zedillo, pero siguen luchando por superar su situación, como lo hacen en otras colonias como Jacinto López, Voluntad y Trabajo, y Lázaro Cárdenas que entre las 45 más dañadas de Reynosa se encuentran en pésimas condiciones.  

EL MIEDO CUNDE 

            El temor de que otros fenómenos meteorológicos de la misma naturaleza que Hanna lleguen en los próximos días como el huracán “Omar”, que está en gestación en el Atlántico, pone los pelos de punta y paraliza la actividad en la reconstrucción que humildes familias pretenden realizar, pero no coordinan sus movimientos. 

            Para que volver a levantar la casa y amueblarla si volveremos a perderlo todo en cuanto las lluvias vuelvan, preguntan muchas de las familias que viven con el Dios en la boca en la espera de que la temporada de huracanes que este año se extiende hasta diciembre pase rápidamente. 

FEA PESADILLA 

            Este año la pandemia atraída por el coronavirus, el huracán y el fantasma del desempleo causaron millonarias pérdidas en la economía de los hogares donde esperan que pronto termine la pesadilla, como lo explicó don Jorge Bárcenas, que radica en calle Sauce entre cuarta y Quinta, donde prevalece un tramo cerrado al paso vehicular y de los propios vecinos.   

 

Abandono y la desolación son palpables en las zonas inundables de Reynosa, tienen miedo a otro fenómeno.
Una humilde y numerosa familia pernocta bajo un huizache, en la espera de que les llegue más ayuda oficial.