QUITAR PATENTES PARA SALVARNOS DEL COVID, URGEN PREMIOS NOBEL

Internacional

Nueva York. Legisladores federales y líderes sindicales, de salud pública y defensa de los consumidores entregaron 2 millones de peticiones a la Casa Blanca en las que instan al presidente Joe Biden a sumar su gobierno al de otras 100 naciones que están a favor de suspender las protecciones que otorga la Organización Mundial de Comercio (OMC) a las empresas farmacéuticas para controlar la fabricación y distribución de las vacunas anti-Covid-19.

Las firmas entregadas ayer son parte de la intensificación de la campaña internacional para suspender de manera temporal los derechos de propiedad intelectual de las farmacéuticas relacionados con el comercio bajo la autoridad de la OMC y con ello promover el acceso universal a las recetas y materiales para que los países que cuentan con capacidad produzcan vacunas, a fin de “poner a la gente primero que las ganancias”, señalan los promotores de este esfuerzo.

La negativa de Trump

Washington, bajo la política impulsada por el gobierno de Donald Trump, junto con un grupo pequeño de otras naciones, ha impedido hasta ahora que se eliminen de manera temporal estas reglas de la OMC. La próxima cita ante dicho organismo para abordar el tema está programada para el 5 de mayo.

La acción de este viernes es parte de una campaña internacional a favor de la suspensión de estas reglas y la promoción de una “vacuna del pueblo”, en la cual ya participan más de 100 gobiernos, 179 ex mandatarios, varios Premios Nobel (https://peoplesvaccinealliance.medium .com/open-letter-former-heads-of-state -and-nobel-laureates-call-on-president -biden-to-waive-e0589edd5704), más de 250 organizaciones civiles internacionales y más de 400 ONG estadunidenses.

Expertos en salud pública señalan que no se puede vencer la pandemia sin que todos tengan acceso a las vacunas, ya que el virus “no respeta fronteras”, e informan que en las condiciones actuales se pronostica que varios de los países más vulnerables no podrán inmunizar a sus poblaciones hasta 2024.

“El sentido común y la moralidad dictan que tenemos que hacer todo lo posible para aplastar esta pandemia global y salvar a millones de personas que están en peligro de morir de manera innecesaria…. Tenemos las herramientas para salvar vidas humanas, y esas herramientas deberían estar disponibles para todos los pueblos. Los pobres en África, Asia y América Latina y a lo largo del mundo tienen el mismo derecho a ser protegidos del virus y a vivir que la gente en los países ricos. Esto no es un gran debate, esto es moralidad común humana”, declaró ayer el senador Bernie Sanders al promover la demanda.

“Poner fin a esta pandemia requiere colaboración, solidaridad y empatía”, y para ello se necesita aclararle a la industria farmacéutica “que salvar tal vez millones de vidas es más importante que proteger sus ganancias ya de por sí excesivas”, agregó en una conferencia de prensa organizada por Public Citizen.

La también senadora Tammy Baldwin reiteró el mensaje básico de este esfuerzo: “No estaremos a salvo aquí hasta que el mundo entero esté a salvo”.

El diputado federal Jesús Chuy García resaltó que “es hora de revertir la obstrucción del gobierno de Trump y poner primero las vidas humanas y no las ganancias de las empresas farmacéuticas… Si cualquiera de nosotros quiere estar protegido de este virus, desde México a Sudáfrica a aquí, en Chicago tenemos que cambiar eso ahora… Todos estamos en esto juntos”.

La presidenta del sindicato nacional de sobrecargos, Sara Nelson, recordó la consigna histórica del movimiento laboral: “Un daño a uno es un daño a todos”. Subrayó que los integrantes de su gremio están en las primeras líneas ante la pandemia, poniendo sus vidas en riesgo en cada punto del país y el mundo sólo por acudir a trabajar.

Lori Wallach, directora del proyecto sobre comercio global de Public Citizen, afirmó que “esta suspensión es crítica para lograr que se elaboren más vacunas y tratamientos alrededor del mundo y poner fin a esta pandemia lo antes posible”.

“Necesitamos una vacuna del pueblo ahora”, afirmó Abby Maxman, presidenta de Oxfam-America, y aseguró que una de cada cuatro personas en los países ricos ha sido vacunada, mientras sólo una de cada 500 se ha inmunizado en las naciones pobres.

“Presidente Biden, ponga fin al apartheid de vacunas ahora mismo”, instó Pauline Muchina, del American Friends Service Committee. Señaló que la gran mayoría de los países sin vacunas son los de pueblos de color en África, América Latina y Asia. “Olviden las ganancias, salven a la humanidad”, concluyó.

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