Mis datos/ Por José Ángel Solorio Martínez

Opinión

El candidato que no será

¿Puede ser candidato a la gubernatura de Tamaulipas, Alejandro Rojas Durán?

¡Claro que puede!

Sólo que por MORENA, no.

¿Por qué?

Primero: no es nacido en Tamaulipas, ni mucho menos tiene domicilio que demuestre un arraigo en la entidad por más de cinco años.

Segundo: el proceso de selección del aspirante guindo se dará en el mes de noviembre. Esto, maniata Reas Durán. Se infiere, bajo la mirada del sentido común, que en el método de la encuesta la Comisión de Elecciones del CEN, dará el visto bueno para quién puede y quién no puede, registrarse. (Sería una actitud frívola y absurda, que esa instancia partidista interna, permitiera el registro de centenares de precandidatos que desearían que el evento demoscópico los evaluara incumpliendo los requisitos constitucionales para participar en una elección local.

O sea: si el CEN abre el espectro para el registro, participarían miles y miles de ciudadanos argumentando que sus abuelitos y los suegros de sus tatarabuelos vivieron o nacieron en Tamaulipas.

En otras palabras: Rojas Durán, no tiene la menor posibilidad de ser tomado en cuenta para la encuesta de todas las encuestas.

Tercero: en el remotisisisssísimo -que es mucho más difícil que remoto- caso de que entrara con calzador, no obtendría ni el 5 por ciento de simpatías de los tamaulipecos.

Cuarto: la autoridad electoral federal, el INE, que tiene a su disposición por obra y gracia de su padrino, no podrá ayudarlo en esa coyuntura. Sí, podrá echarle la mano, para registrarse por derecho de sangre, hasta después de que MORENA saque su candidato. Es decir: Rojas Durán, puede ser candidato por otro partido, sólo hasta después de que el lopezobradorismo haya hecho su trabajo en la selección interna.

Y eso, no se ve posible de su parte.

Quinto: las otras formas estatutarias de postular candidato de MORENA, son aún más excluyentes para Díaz Durán. La de la asamblea estatal, es decir la participación de delegados de la militancia, es aún mas complicada para él: no tiene consensos suficientes en la estructura partidista. Y ser postulado por las instancias del CEN, está mucho más cuesta arriba: Mario Delegado lo abomina y el grupo de Bertha Luján lo repugna. En ese sentido, sí tiene unanimidad incuestionable.

El trabajo de Alejandro, ha sido destacado.

Enviado por su patrón para erosionar la legitimidad y la base social del gobernador tamaulipeco, armado de documentos oficiales irrefutables, se emocionó de más y ahora quiere ser candidato.

A decir verdad, Andrés Manuel López Obrador y sus instituciones, son los verdaderos operadores del sofocón al Ejecutivo estatal de Tamaulipas. Rojas Durán, sólo se montó en esa ola.

En corto, se le acabarán sus 15 minutos de fama