AL VUELO/ Por Pegaso

Opinión

Pato

Un amigo muy cercano me invitó a comer pato laqueado a un restaurant donde venden comida china. 

No acepté su generosa oferta, porque me acordé lo que le pasó a Emilio Lozoya y se me quitaron las ganas de ingerir ese opíparo manjar. 

Y es que después de que la Fiscalía General de la República decidió meter a la cárcel al ex director de PEMEX, presionada por la opinión pública tras el episodio del pato laqueado en un lujoso restaurant de Lomas de Chapultepec, allá, en la Capirucha, muchos y variados memes han circulado por la Internet y las redes sociales, pitorreándose del sinvergüenza ex funcionario. 

Para eso los moneros mexicanos se pintan solos. 

Por ejemplo, en La Crónica del 4 de noviembre, Falcón retrata al Fiscal General, Alejandro Gertz Manero, caminando con un Lozoya esposado, después de levantarlo de una mesa. El Fiscal le dice al cocinero que regrese el pato a la cocina, mientras Lozoya se queja de que lo tratan como si fuera científico del Sistema Nacional de Investigación, Nivel 3. 

La Jornada sacó una caricatura de Hernández llamada “La Cuenta”. Lozoya, atrás de las rejas y sentado en una mesa circular, ve el menú de la cárcel y dice: “¡Aquí el pato está carísimo!” 

El Financiero publicó un cartón de Rictus, con Lozoya en una cárcel de alta seguridad, asomándose por una ventana con un cartelón que dice: “El show de Lozoya”, una mano que maneja un micrófono y un repartido del restaurant Hunon que dice: “¡Pedido para el señor Lozoya!” 

Milenio publicó una caricatura de Rapé llamada: “Preso por un pato”. Se ve el busto de Lozoya con el traje de presidiario, que se confunde con los dientes de un tenedor que a su vez tiene una leyenda que dice: “Hunan”. 

La Jornada publicó un cartón de Rocha llamado: “Bola de muertos de hambre”. Lozoya, asomándose por la ventana de su prisión, dice: “No me pueden ver comiendo un pato laqueado porque les da apetito y sed de justicia”. 

Milenio publicó una composición de Jabaz llamada: “Se terminó el pato laqueado”. Lozoya, tras las rejas, dice: “Me dieron ganso por pacto”. 

El Heraldo de México sacó un cartón de Alarcón llamado: “Tal cual”. Lozoya, con una gran nariz, tras las rejas de prisión y con el típico traje de rayas negras y blancas de la prisión, dice: “Hace más daño un pato laqueado…”, y se complementa el dibujo con un tipo panzón, bigotón y sombreruro, armado hasta los dientes, comiéndose un gansito, completándose la frase: “… que un gansito”. 

La Jornada, en un cartón de El Fisgón llamado: “Jugando palitos chinos”, dibuja a Lozoya, quien es atrapado de los testículos por unos palillos chinos manejados por una mano gigante, extrayéndolo de un tazón de porcelana. 

El diario 24 Horas publicó una caricatura de Xolo llamada: “Sin Servicio”. Lozoya, detrás de las rejas, sentado delante de una mesa circular con un plato vacío dice: “¿Ya no hay pacto para cenar?” 

El Economista, en un dibujo humorístico de Nerilicón llamado: “Ventana de oportunidad”, muestra a Lozoya asomando su prominente nariz por una ventana enrejada diciendo: “Pero… sí puedo ir al Hunan?” 

El Economista muestra el cartón de Perujo llamado: “Fajina”. Lozoya, tras las rejas, retorciéndose una larga, larguísima lengua, de donde le sale mucha saliva. 

Reforma publicó un cartón de Pacasso donde se muestra a Lozoya picando piedra, con el traje de presidiario. Detrás de él están dos personajes. Uno de ellos pregunta: “¿Y ese?” El otro le contesta: “Huy, se comió un pato laqueado”. 

Reforma mostró otro cartón donde están el Fiscal General y Lozoya frente a un magistrado, que está leyendo el expediente. Gertz Manero le dice al juez, en todo de complicidad, señalando a Lozoya: “¡Se está haciendo pato!” Mientras, con una amplia sonrisa y volteando para atrás, sosteniendo un tenedor y un cuchillo, Lozoya pregunta: “¿Dónde?” 

Finalmente, el Universal, en una caricatura de Kemchs llamada: “Mesa disponible”, muestra una mesa circular, con un largo mantel, dos sillas y una botella de vino, con un letrero en medio de dos copas de cristal que dice: “Reservado”, con una tacha roja tapando el letrero. 

¿Ya ven por qué no acepté la invitación de mi amigo? 

A final de cuentas nos fuimos a una esquina donde venden unos taquitos enrollados de rechupete. 

Termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso, cortesía de Juanga: “Estás constituido de lo que ingieres”. (Eres lo que comes).