Por Oscar Díaz Salazar
Hace seis años (o siete) el entonces senador Francisco García Cabeza de Vaca, decidió establecer su centro de operaciones políticas en Tampico, la ciudad, puerto y eje de la zona conurbada del sur de Tamaulipas, integrada por los municipios de Tampico, Altamira y Ciudad Madero, y zona metropolitana que aglutina, en conjunto, a la población más numerosa del Estado de Tamaulipas.
El texano y aspirante al gobierno del Estado, leyó bien las circunstancias y seleccionó de manera acertada el sitio donde permanecería la mayor parte del tiempo, la población que más requería su atención, el rumbo que sería más redituable trabajar políticamente, en relación a su propósito de ganar las elecciones y convertirse en gobernador.
En ese tiempo, el Partido Acción Nacional, su partido, gobernaba en Matamoros y Nuevo Laredo, ciudades que tenían en su presidente municipal a un aspirante al gobierno estatal, y por lo tanto competidor del propio Cabeza de Vaca. En esos municipios había simpatía mayoritaria por el PAN y sus alcaldes se ocupaban del proselitismo a favor de las siglas.
En Reynosa, el municipio más poblado de Tamaulipas y donde se tiene el padrón electoral más numeroso, el senador Cabeza de Vaca es, para bien o para mal, muy conocido, demasiado. Desde ese tiempo y hasta la fecha, en Reynosa se quiere o se «odia» a Cabeza de Vaca. La mayoría de la población tiene un criterio definido en relación al ex alcalde Cabeza de Vaca y por lo mismo resultaba ocioso hacer pre campaña en un lugar donde ya te conocen… Tal vez más de lo que le convenía.
La capital del Estado es territorio del gobernador. Ahí es muy complicado hacer campaña sin “provocar” al inquilino de la Casa de gobierno. Además, la población de Victoria está muy politizada y muy involucrada en la política, el gobierno y la administración pública. Otro dato que no debemos olvidar es que aunque hagan mucho ruido en política, en Ciudad Victoria solo reside el diez por ciento de la población. Por esto y otras razones, la capital es un mal lugar para instalar el cuartel general de la pre campaña.
A posteriori, opinó que Cabeza de Vaca acertó cuando se instaló en Tampico y desde ahí generó las condiciones que lo llevaron al triunfo y a gobernar Tamaulipas.
Con ese referente que les comparto en los párrafos anteriores, me pregunto, y les pregunto, cuál es el mejor lugar para que los aspirantes al gobierno, los tres con residencia habitual en el centro del Estado, (Truco en zona cañera), instalen su casa de campaña, su búnker, su cuartel general, su centro de operaciones, su comité de campaña o como quiera usted llamarle.
De entrada, creo que los retadores no deben operar en la capital, que deben permanecer la mayor parte de su tiempo en Tampico y la frontera y que deben evitar las fotografías y las reuniones con los mismos, con su séquito, con sus aplaudidores.
