FALLIDO INTENTO DE MANCHAR EL BLOQUE DEL NORTE

Opinión Portada Reynosa

Por Rigoberto Ramos Ordóñez

En un mundo perverso, de complicidades y conciencias compradas, cualquier sorpresa es posible. Las traiciones llegan y manipulan la verdad tratando de mostrar lo negro como blanco y a la inversa. Logran su fin cuando dañan prestigios o generan desconfianzas o enconos hacia adentro, fracturando lealtades y debilitando la verdad.

No es momento, creo, de echar culpas. Es momento de decir la verdad y lo único cierto es que, a la sombra del poder, es fácil que pueda darse el autoritarismo.

Quienes conocen a los integrantes de El Bloque del Norte, compuesto por Carmen Lilia Canturosas Villarreal, Leticia Sánchez Guillermo y Rigoberto Ramos Ordoñez, sabrán ignorar las infamias vertidas sobre nuestro nombre.

Pero si bien, no es momento de echar culpas, si es el momento perfecto para reafirmar nuestro compromiso con el pueblo, ese pueblo a quien buscan endeudar por 20 años.

En verdad les digo que no es justo, ni correcto, ético que esto se haya autorizado un cuerpo colegiado cuyo mejor distintivo debiera ser, precisamente, la justicia, la legalidad y la honestidad.

Los integrantes de El Bloque del Norte somos transparentes, sin doble cara, nuestra motivación para participar en los vericuetos de la política ha sido siempre noble y de entrega al ciudadano, porque también, igual que ellos, estamos hartos del engaño y la corrupción.

Creemos que ya es tiempo que cambie realmente la manera de gobernar y por ello, queremos hacer un compromiso: vamos a mover lo que tengamos que mover, hacer y  deshacer, estudiaremos la mejor forma para quitar de la espalda de los tamaulipecos, una carga tan pesada como el excesivo préstamo autorizado para la administración estatal.

Y no solo eso, convocamos a los miembros del Congreso Tamaulipeco, a los senadores, diputados federales, partidos políticos, y sociedad civil, para que juntos, con el solo y más puro interés de los habitantes de esta noble tierra, nos acompañen a defender lo que nos pertenece.

Jamás estaremos en contra del progreso ni de la protección de la salud, pero no pueden atropellar así al poder que representa al pueblo, celoso guardián de la voluntad popular.

Iremos hasta la Suprema Corte de Justicia para presentar, bien fundamentada, la  controversia constitucional que derogue este crédito.

Lucharemos sin descanso para que la corrupción, que llegó hace tiempo, se vaya con los vientos que las trajeron, por siempre y para siempre.