EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- Las autoridades de la zona fronteriza entre México y EEUU alertan sobre la presencia de cocodrilos en el Rio Bravo, con el objetivo que migrantes que se arriesgan a cruzar la zona, analicen el riesgo al tomar decisiones sobre cruzar las aguas de dicho caudal.
Con éstas imágenes la Patrulla Fronteriza pretender advertir sobre la presencia de muchos cocodrilos en la zona donde a diario cruzan miles de los hermanos inmigrantes huyendo de sus países de origen a causa del desempleo, la violencia y la falta de oportunidades.
NOTA DE REDACCION: Aunque no se hace la precisión sobre el punto exacto donde las autoridades migratorias que se encargan de salvaguardar el Rio Grande o Río Bravo como se le conoce en México, las gráficas hacen elocuente la presencia de temibles reptiles de hasta tres metros y medio de largo.
Hace aproximadamente 15 años, de tuvo el avistamiento de algunas especies de caimán en el mismo cauce, lo que en aquel momento causó alarma y desalentó el cruce de miles de migrantes mexicanos y centroamericanos, pues se colocaron anuncios por parte de Protección Civil y Bomberos de México, en diversos puntos donde era habitual el cruce de “mojados” advirtiendo sobre la presencia del peligroso depredador.
En aquella ocasión también se difundió la imagen de un migrante supuestamente agredido por un cocodrilo en las proximidades de Roma, Texas lado americano que hace frontera con el municipio de Miguel Alemán, Tamaulipas, pero nunca se conoció la veracidad de la información.
Algunos anuncios que alertan sobre la presencia de estos hambrientos reptiles prevalecen las proximidades del cauce en municipios como Díaz Ordaz, Reynosa y Rio Bravo.
En aquella ocasión se decía que era físicamente imposible la sobrevivencia de esta especie en el Rio Bravo en virtud de que no es el hábitat común de estas criaturas, pero se advirtió que los cocodrilos habitan tanto en ecosistemas con agua dulce (ríos, lagos, humedales y cualquier otro tipo de cuenca de agua natural (sic), así como en ecosistemas en los que haya agua salobre (estuarios o manglares).