Los triunfadores del segundo debate: el Truco y Solórzano
La ausencia del candidato de MORENA-PV-PT, Américo Villarreal Guerra, no fue lo más relevante del segundo debate entre aspirantes al gobierno de Tamaulipas. No, el centro del intercambio de metralla entre el abanderado del PAN-PRI-PRD, Truco Verástegui y el representante del MC, Arturo Diez Gutiérrez, fue –¡otra vez!– el conductor, Javier Solórzano.
El periodista, achicó, aplastó, y desplazó del centro de atención del ciudadano-televidente, al panista y al emecista.
La autoridad electoral, insiste en incumplir con la misión de utilizar ese tipo de eventos para dar opción al elector tamaulipeco, de elegir con mayor certeza, a su mayor servidor público: el gobernador del estado.
Un tanto repugnante, el papel colonialista de Solórzano, al intentar ilustrar a los dos debatientes. Y mucho más, inaceptable, el tomar su tarea de conductor, como autoridad electoral, maestro de la política tamaulipeca y el trato de menores para el representante de los azules y el personero de los naranjas.
Truco se vio conocedor de los problemas sociales del estado.
Diez, desvariando, exhibiendo una pobreza intelectual suprema.
El tema de educación, con la información que le proporcionó su paso por el gobierno del estado, Verástegui se vio adaptado; Diez, se percibió, totalmente distante del mudo real local poniendo ejemplos del sistema educativo norteamericano.
Ambos, remachando la inasistencia de Villarreal Anaya.
El moderador, pensando que estaba en su programa de radio, monopolizando el entramado de explicaciones de los candidatos, soslayando a las estrellas del acto, arrebatando la palabra tanto al Truco como a Arturo, corregía, interrumpía, atajaba y cortaba las ideas del panista y el naranja.
En seguridad, el Truco arrasó a Diez.
El aspirante naranja, a trompicones intentó exponer sus propuestas.
En el asunto de desarrollo social, Solórzano en una amplia exposición dando –a su juicio– cátedra a los dos debatientes.
Arturo, insistiendo que ha visitado en los 43 municipios.
Truco, pragmático, por su formación de agrónomo, se movió habilidosamente.
Diez, asumiéndose como la posibilidad de cambio real.
Verástegui, moviéndose desde la experiencia de trabajo gubernamental en su municipio de origen y en el estado.
¿Quién ganó el segundo debate?
Para empezar: perdieron, Diez Gutiérrez y el Instituto Electoral de Tamaulipas.
Ganó Javier Solórzano.
Y triunfó, con las herramientas que le ha dado su tránsito por las redes gubernamentales, el Truco Verástegui.