El triunfo de Chucho Nader
Chucho Nader, alcalde de Tampico, Tamaulipas, es el jefe edilicio panista, quien con mayor disciplina y entrega se ha mostrado con su partido y con su candidato a gobernador, el Truco Verástegui. Ni un militante azul, en ese cargo, ha respondido como él, a la coyuntura electoral del estado.
Es, sin duda, el militante panista que mejor ha entendido la campaña sin candidato que debe implementar para apuntalar al aspirante a gobernar el estado.
Nader, se mueve como si fuera el candidato: encabeza reuniones en colonias populares; organiza encuentros ciudadanos en los fraccionamientos más exclusivos del puerto; se reúne con estudiantes y dialoga con empresarios, con un objetivo: invitar a los ciudadanos a apuntalar a Verástegui en su esfuerzo por ganar el Ejecutivo estatal.
Ese fenómeno de masas, no se ha visto en ningún municipio; y mucho menos, se ve a la cabeza uno de la treintena de jefes edilicios azules en la entidad.
La tarea de Nader, socialmente transversal, le está dando dividendos al Truco en una ciudad en donde el panismo tiene su sede más sólida, política e ideológicamente de la región.
El empoderamiento de Chucho y el panismo, mucho tiene que ver con el colapso de los cuadros lopezobradoristas tampiqueños más relevantes: Olga Sosa y Úrsula Mojica. Ambas damas, incurrieron en pifias de principiantes al permitir que los dineros de procedencia oscura, llegara a sus carreras políticas. La primera, aniquilada por mensajes deplorables con el fallecido Carmona; la segunda, sofocada por su propia voz que se escucha pidiendo moches a proveedores.
Otro elemento que deja operar a sus anchas al alcalde panista, es la franca huida de Sosa del puerto: se sumó a la campaña del candidato de MORENA, Américo Villarreal Anaya y no lo deja ni a sol ni a la sombra para mostrar una cercanía íntima con el cardiólogo. Se le ve, con más énfasis y frecuencia buscando fotos con el abanderado del lopezobrarismo que articulando a sus correligionarios jaibos.
A Mojica, desde la balconeada en los audios, quizá por pena, quizá por vergüenza, se alejó de los reflectores del puerto.
En ese escenario de tabla rasa, sin presencia de un morenismo respetable, Chucho se mueve como el factor hegemónico sin competencia al frente. Ni siquiera el impulso de AMLO en el sur tamaulipeco, han sabido aprovechar ni Sosa ni Mojica.
Nader, ha conciliado con prestancia y respeto, con los cuadros priistas que operan en la ciudad. Eso le ha permitido, potenciar la jornada de proselitismo a favor del Truco.
Otro elemento que habla del sólido compromiso del edil jaibo, es ser el único precandidato a la gubernatura que se sumó abierta y decididamente con su compañero de partido postulado bajo las reglas internas.
Chucho, ya ganó.
Esa trepidante campaña que se carga, lo pondrá en la antesala de los mayores activos del PAN en Tamaulipas.