EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Ciudad de México.– Altos índices de inseguridad, pobreza, corrupción, violencia de género, conflictos agrarios y desabasto de agua potable son algunos problemas que, según datos oficiales y la percepción de la ciudadanía, deberán enfrentar los próximos gobernadores de Durango, Quintana Roo, Aguascalientes, Oaxaca, Hidalgo y Tamaulipas, quienes serán elegidos este domingo.
Según la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó el 30 de mayo, las tres principales dificultades que los duranguenses perciben son corrupción (59 por ciento), inseguridad (48.6) y pobreza (48 por ciento). De los consultados, 87.5 por ciento consideran que los policías son los servidores públicos más corruptos. En cuanto a delitos, refirieron sobre todo robos a casa habitación, transeúntes y negocios.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 39.7 por ciento de la población de Durango vive en condiciones de pobreza y 4.3 está en situación extrema.
En Quintana Roo, en los pasados cinco años aumentaron los homicidios hasta en 537.4 por ciento, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, afirmó Carlos Barrachina Lisón, especialista en materia de seguridad pública en la entidad. Además, la deuda pública asciende a 19 mil 845 millones de pesos y mantiene comprometidas 66 por ciento de las participaciones federales, señaló el presidente del Observatorio Legislativo en el estado, Eduardo Galaviz Ibarra.
Según el Coneval, 7.1 por ciento de los quintanarroenses tenían en 2018 ingresos por debajo de las líneas de pobreza extrema, y para 2020 la cifra se elevó a 23.1. La pobreza pasó de 36.1 a 57 por ciento.
En Aguascalientes, la mayor dificultad es el desabasto de agua potable. En la capital vive 80 por ciento del millón 435 mil 607 habitantes del estado, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020. La concesionaria francesa Veolia tiene más de 405 mil usuarios, y al menos 67 por ciento de ellos sufren por falta del líquido en sus casas.
La Comisión Ciudadana de Agua Potable y Alcantarillado del municipio de Aguascalientes y Veolia extraen el recurso a más de 600 metros de profundidad, y es cada vez más complicado hacerlo llegar a los hogares, pues 54 por ciento de la infraestructura es obsoleta; hay fugas y vandalismo en los pozos.
Demandas añejas
En Oaxaca sobresalen la violencia de género, los conflictos agrarios y la falta de conectividad terrestre. Según la organización defensora de derechos humanos Consorcio para el Diálogo Parlamentario, este año van 60 feminicidios en la entidad, y de 2016 a la fecha se han cometido 641.
La actual administración ha logrado conciliar 62 pugnas agrarias, pero persisten 302. Varias de ellas han dejado decenas de muertos.
La mayoría de caminos de las cabeceras municipales a las agencias son de terracería y la conexión entre la capital y las ocho regiones es muy lenta. Pese a las obras en desarrollo, de la ciudad de Oaxaca hacia el Istmo se hacen seis horas, mientras a la costa, la cuenca y la sierra mazateca, el viaje puede ser hasta de ocho.
Hidalgo ocupa el noveno lugar del país en pobreza. De los 3 millones 82 mil 841 habitantes de la entidad, un millón 570 mil 598 se encuentran en alguno de los tres indicadores de esta condición, según el Coneval y el informe anual 2022 de la Secretaría de Bienestar. De 84 municipios, cinco son considerados los más pobres, con afectación de 83 a 90 por ciento: Xochiatipan, Huazalingo, Nicolás Flores, Tepehuacán de Guerrero y Tlanchinol.
Según el Inegi, de 2015 a 2020, 84 mil 358 hidalguenses abandonaron el estado para radicar en otra entidad, y sólo en 2020 se fueron 26 mil 206 a otros países, 87 por ciento a Estados Unidos.
En Tamaulipas, según analistas, la violencia “está institucionalizada” de 15 años a la fecha. El cobro de piso prevalece en 35 de los 43 municipios y hay más de 11 mil desaparecidos, de los cuales 30 por ciento son mujeres.
El desabasto de agua potable para consumo humano y uso comercial, industrial y agropecuario en Ciudad Victoria y la zona norte del estado es otra demanda añeja ante la falta de infraestructura adecuada.