Por René Mondragón
NO ES LO MISMO “JUAN DOMÍNGUEZ” QUE…
Los rancheros de mi pueblo tienen dos refranes geniales para describir lo que está sucediendo en este país, tan cerca de Ken Salazar y tan lejos del presidente Biden: El primero de ellos es, “No es lo mismo Juan Domínguez, que no <me chifles>”; y el otro que también llena de elocuencia y gramática histórica esta colaboración: “De que la perra es brava, hasta lo que de casa muerde”
Ambos resultan aplicables al contenido semiótico de una mañanera muy especial. De entrada, porque el dueño de la palabra en el Salón Tesorería, se le fue a la yugular a su secretaria de economía. Puso en ridículo a Tatiana, menospreció todo su esfuerzo de meses de planeación y diseño de proyecto; demeritó y fue groseramente despectivo con una decisión de gobierno, publicada para ese momento en el periódico oficial.
No es la primera vez que el ejecutivo salpica de altanería, mediocridad, falta de cortesía y elemental educación cívica y diplomática a alguno de los suyos. Tatiana “aguantó vara” como también se dice en el campo. ¿Hasta cuándo? Esa es la pregunta clave.
ARREBATOS PRESIDENCIALES
El analista económico, mi estimado Marco Antonio Mares, facilita bucear en cada parte del suceso. (Rechaza AMLO bolsear a la gente) y ofrece, para los mexicas de a pie que ya no usan la “Línea Dorada” de esa mezcla de sauna, masaje y faje que es el Metro de la ciudad capital.
1. Inicialmente, la norma de verificación vehicular estaría vigente en noviembre próximo, cobrando mil pesos por vehículo revisado de todo a todo, con el pretexto de evitar accidentes.
2. Por supuesto, con el anuncio del presidente, “… no sólo ordenó echar atrás una política pública decidida y publicada por la Secretaria de Economía. Acusó que la funcionaria no le informó sobre el tema y criticó su falta de sensibilidad…”, sostiene el analista financiero.
3. En español: No importan los detalles de normas y reglamentos; menos importa la juridicidad de las formas o los procedimientos legales a que obliga la ley. Todo eso puede irse por la alcantarilla, porque ya apareció un neologismo: “Bolsear a la gente” … “No vamos estar bolseando a la gente”
4. Para las lectoras y lectores en Tailandia, Bangladesh, Rumania y Crimea, “bolsear a la gente” adquiere varios significados. En principio es el equivalente de robar. Esto es, meter la mano al bolsillo de algún cristiano para quitarle lo que traiga ahí, usualmente dinero. Y el siguiente significado es el de engañar a una persona para el mismo propósito.
5. Obviamente, surgen varias preguntas: En el equipo presidencial, ¿no habrá dos personas que le ayuden? Uno, que tenga enorme sensibilidad social como para advertir que alguna normatividad impulsa la acción de “bolsear a la gente”; y dos: ¿No habrá alguien que le indique, enseñe, defina, platique, le comente o advierta al macuspano sobre las formas jurídicas que cada rato se las pasa por la impenetrable oscuridad de la entrepierna, y que eso, trae otras consecuencias legales, aunque -ya sabemos- los “suministros” de la Corte acaban por resolver y aprobarle todo.
ÓYELO JUAN…
La otra parte de esta genialidad semiótica del tabasqueño, radica en su nueva instrucción: “…Se debe sensibilizar a los funcionarios públicos y a las dependencias de gobierno para no afectar más los bolsillo de los mexicanos con este tipo de decisiones”
Desde luego, el presidente se refería a los MIL PESOS que costaría el trámite diseñado por Tatiana. Y aquí es donde surgen varias interrogantes para los mexicas buenos y sabios:
Primero, si se puedo echar por tierra un trámite que costaría mil pesos la pregunta obligada es: ¿No se podría hacer lo mismo -echar para atrás- la falacia de Dos Bocas que ya cuesta la friolera de 10,650 MILLONES DE DÓLARES?
El hecho de nombrar a la señora Serranía a un cargo público, después de todos los muertitos y los cientos de personas heridas por el derrumbe del metro, ¿NO ES REFLEJO DE LA FALTA DE SENSIBILIDAD DE DEPENDENCIAS Y FUNCIONARIOS DE SU GOBIERNO, en especial a los que ya les gritan “presidente”, y que ahora, acusan de “neoliberal” y conspiratorio el dictamen de la empresas que ellos mismos contrataron y que ahora descalifican de forma torpe y miope?
El escribano se disculpa por lo extenso, pero vale la pena plantear un par de preguntas más: Si alguien puede explicar cómo se echa para atrás la NOM-236-SE-2021 y se asegura públicamente que el presidente ni siquiera la conoce. ¿No es fantasioso? En particular, porque Tatiana trabajó con académicos, ONG’s, organismos empresariales y diversos funcionarios federales…y eso, para variar NO SIRVIÓ ABSOLUTAMENTE DE NADA.
Lo relevante y lo único que importa en este país es la voluntad y ocurrencias de un solo hombre. Por eso Cuba, Venezuela y Nicaragua, están como están.