Por Hugo Reyna/ EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- Por las calles de la ciudad y la periferia se ha hecho recurrente observar cartulinas o copias fotostáticas que identifican a jóvenes extraviados o que desaparecieron sin dejar rastro, dejando a sus familiares y amigos sumidos en la angustia y desesperación al no saber más de ellos.
Algo similar ocurre en los pasillos de las corporaciones policiacas, en donde los cartelones de pesquisas de jóvenes se amontan en las vitrinas y aparadores de servicios a la comunidad.
Un detalle especial llama poderosamente la atención y es coincidente, la mayoría de los jóvenes extraviados no sobrepasan los 25 años y en su mayoría son mujeres y jóvenes menores a los 20 años de edad.
La Procuraduría General de Justicia del Estado tiene múltiples expedientes de investigación iniciados a partir de la denuncia de los familiares de personas extraviadas, las fichas con sus datos para identificarlos e informar a las autoridades se distribuyen por todos lados, pero con muy poca suerte.
En las corporaciones policiacas se apilan por montones las hojas y copias fotostáticas con los imágenes de los jóvenes que se han extraviados, algunos de ellos desde hace años, siendo hasta ahora un misterio su paradero.
Nada se sabe de ellos, solamente que dejaron atrás de si una estela de dolor y tristeza entre sus familias y amigos con quienes departieron y la esperanza de quizás encontrarlos nuevamente o saber que fue de ellos.