Por René Mondragón
Y ¿CÓMO ES ÉL?
López Dóriga llama a que nadie se asombre de nada, porque el mandatario mexicano está cumpliendo con todo lo que ofreció: Acabó con el Seguro Popular, con el Aeropuerto de Texcoco, ahuyenta las inversiones, no hubo apoyo a los empresarios durante la pandemia, desapareció ya a los órganos autónomos, controla al Legislativo que le aprueba todo; tiene votos garantizados en una parte de los “suministros” de la Corte y sigue empleando todos los recursos y el poder del gobierno, como destaca Gómez Leyva, para seguir atacando a periodistas. Así es él.
Y lo sorprendente sigue siendo, el aumento de su popularidad lograda palmo a palmo, por los “cuervos de la nación”
ELECTORES A LA BAJA
La otra parte de lo inexplicable, se encuentra en el hecho expresado por Josefina Vázquez Mota: Ganó el abstencionismo con índices promedio del 50% de ciudadanos que no votaron en los Estados. Obvio. Aunque Mario Delgado festine lo que él denomina como “triunfo”, la verdad es que Morena y la Alianza, no lograron mover el corazón de la ciudadanía para que entintara el pulgar a favor de alguien.
Mr. Show Man, don Epigmenio Ibarra sostiene que la Alianza “fue un fracaso” y le asiste algo de razón. Lo que no menciona -ni lo va a hacer- es que el partido de su patrón también perdió votos. Véase el caso de Américo Villarreal quien obtuvo menos sufragios que su patrón de Palacio.
El indicador es claro: La ciudadanía está desencantada.
RESULTADOS
No es fácil entender la forma en que el presidente habla de resultados exitosos en dos casos: Las remesas y las “ganancias” de PEMEX.
De acuerdo con el Banco Central, llegaron al país, 17,240 millones de dólares en el primer cuatrimestre de 2022. La cantidad es importante. Lo que no le dicen al ciudadano de a pie es que, ése dinero no es del gobierno, tampoco obsequio del mandatario, sino que esos miles de millones de dólares pertenecen a los familiares de los mexicanos que trabajan en Estados Unidos y que, como allá la economía está mejor que aquí, por eso les envían más dinero a las familias que se quedaron en México. Mi santa agüe calificaba esto como “caravanear con sombrero ajeno”
Sin embargo, y esto es totalmente cierto, PEMEX reportó, en el primer trimestre, ganancias por 122,493 millones de pesos, la mayor utilidad neta para el periodo desde 2011. ¡Albricias!
Lo ininteligible es que, esas ganancias no obedecen a una sesuda y sofisticada planeación estratégica del Comandante Romero, sino que fue -en expresión de mi efebo filio- “una verdadera chiripada!”, ocasionada, básicamente, por tres escenarios:
1. La guerra entre Rusia y Ucrania ha generado, con razones válidas, el temor a un desabasto de crudo ruso. Por lo mismo el nerviosismo de los mercados se dejó sentir y, en consecuencia, se elevó el precio internacional del petróleo a niveles no vistos desde hace más de una década. Por ejemplo, señala Expansión, que la mezcla mexicana se ha mantenido alrededor de los 100 dólares por barril, con un empujón previo derivado de la restricción en la oferta.
2. No hay una estrategia -ni clara, ni definida, ni viable- Aaron Gifford, analista de mercados emergentes, quien señala: “La confianza (del mercado en Pemex) es lo que más hace falta. No entendemos el plan de negocio que tiene Pemex”. En otros términos, las ganancias fueron viables, siguiendo el principio de aquel que tocó la flauta…
3. Las metas no podrán cumplirse, pero se sigue trabajando en lo mismo, con los mismos resultados. Es decir: de acuerdo con la misma nota de Expansión, PEMEX “ha hecho oídos sordos a las recomendaciones de las calificadoras e instituciones financieras” se sigue en la línea de la refinación –que entre 2018 y 2021 ha sumado pérdidas por 20,000 millones de dólares– por encima de otros de mayor rentabilidad, como la producción de crudo o la inversión en petroquímicos. Y esto también resulta ininteligible.
4. Y el cerrojazo de todo este escenario es simple: El pleito -modelo marido borracho y golpeador- que instrumenta el presidente contra Joe Biden, va a sacar chispas, porque como destaca la nota de Reforma, Marco Rubio le reprochó al presidente mexicano- que, elogie a dictadores: Un Presidente que tiene palabras duras para líderes democráticamente electos en EU pero elogios para un dictador en Nicaragua un narcotraficante en Venezuela y una tiranía marxista en Cuba”, deja mucho qué pensar. Es ininteligible.