La judicialización de la disputa del gobierno estatal
¿Qué pasará con el PAN tamaulipeco, el 1 de octubre, con el ascenso a la gubernatura de MORENA y Américo Villarreal Anaya?
1.- Por primera vez en la historia de la entidad, asumirá un gobierno estatal de Izquierda. Se infiere que las normas de gobierno serán diferentes a las que han sido características de los viejos regímenes. Escucharemos, una nueva retórica y una renovada práctica política.
2.- Un MORENA protagónico, que vivirá momentos estelares en cuanto a su expansión e influencia políticas.
3.- Un intenso debate entre los dos polos políticos de la entidad: MORENA y aliados y PAN con sus rémoras. Este lo visualizaremos fundamentalmente en el Congreso local y en los espacios mediáticos.
4.- Un PAN, que intentará ejercer como eficaz oposición y contrapeso real del Ejecutivo estatal.
5.-El panismo tamaulipeco, se fracturará en dos corrientes: la que se mantendrá en una postura radical de confrontación con la administración estatal guinda; la otra, que tomará posturas negociadoras y de diálogo con el gobernador y su partido. Esta posibilidad, de no ser procesada mediante posturas civilizadas, podría derivar en rupturas orgánicas en un partido cuya historia no es la de apostar al todo o nada. De hecho, la resolución de esa contradicción, signará el futuro del PAN en la región; y necesariamente: impactará en sus candidaturas en el estado el 2024.
6.- Iniciará la real liquidación del PRI. Se profundizará lo que vimos en los comicios pasados: un PRI fragmentado en tres porciones; el que se marchó al PAN, el que se quedó a morir en la raya con los colores tricolores y el que optó por pintarse de vino tinto. En ese sentido, no será extraño que veamos una especie de vuelta a la vida de cuadros priistas en cargos de la administración estatal. El resultado final: un institucional que llegará devaluado a futuras alianzas; será tan evidente su real valor, que en el mercado electoral el PAN, el MC, o MORENA, podrían verlo como un pasivo en caso de coalición.
7.- El PRD, irá directo a su inhumación. Su real liderazgo en la sociedad tamaulipeca, se redujo casi a cero. Sus representantes más congruentes, se sumaron a MORENA. Al igual que el PRI, su presentación es triste y decadente. Es tan menor, que a nadie parece interesar invitarlo a la mesa del 2024 en la región.
8.- Iniciará –como no veíamos desde 1919– una rasposa contienda por el control del gobierno estatal. Dará comienzo, la disputa por la hegemonía en el Congreso y el Poder Judicial de Tamaulipas en los Tribunales federales y locales. Presenciaremos, las filigranas jurídicas del equipo de la administración que se va para evitar que el gobierno que llega, pueda tomar el control absoluto de las instituciones que han sido decretadas transexenales. Quizá, esta circunstancia, sea el signo del arribo de la IV T al gobierno de Tamaulipas.
9.- Un gobierno estatal, acotado, cercado por instituciones creadas justo para eso: maniatar al gobernador en temas tan fundamentales como el presupuesto, la impartición y administración de justicia, y el principal órgano coercitivo de la administración: la Policía Estatal.
10.- Los tamaulipecos, podremos ver en la realidad, en la práctica, el estilo de gobernar de Américo Villarreal Anaya. Los primeros cien días de gobierno, serán suficientes para ver lo que trae en el morral el médico.
11.- El gobernador, mostrará su proyecto de carne y hueso, con la conformación de su Gabinete. Ya se sabe: el pueblo no es tonto. Será aquella, la primera señal para saber a dónde vamos con quien elegimos para representarnos.
Será breve la espera, para ver los elementos de la continuidad y el cambio de la esperada IV T, en esta parte del noreste mexicano.