EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Ciudad de México.- El 23 de mayo de 2015 el argentino Eduardo Salvio se rompió los ligamentos de la rodilla derecha por segunda vez en su carrera, era una de las joyas del Benfica de Portugal y el club sufría una baja sensible que ocurría justo una semana antes de que se disputara la Final de la Copa de la Liga.
Fue un golpe duro para el Benfica, en especial porque trascendía que saldría, en una operación que dejaría mucho dinero en las arcas del club; como era de esperarse, el extremo sudamericano pasó por el quirófano y a partir de ahí por una larga recuperación.
Aunque Benfica contaba con buenos jugadores, como el brasileño Jonás y el griego Konstantinos Mitroglou, necesitaba apuntalar el plantel, y ahí fue cuando el club pagó 25 millones de euros al Atlético de Madrid por el delantero mexicano Raúl Jiménez, quien le ofrecía al técnico Rui Vitoria más opciones a la ofensiva, aunque no era la misma posición de los otros dos jugadores.
El propio Rui Vitoria reconoció en conferencia que la llegada de Jiménez, presentado el 13 de agosto de 2015, se debía a que necesitaba más atacantes para no vivir un panorama complicado en la Liga.
“Es un jugador que se ajusta a lo que queríamos; aporta diferentes soluciones a nuestro ataque. Esperemos que se adapte rápidamente, porque somos conscientes de que viene de un contexto diferente, pero tiene las características que necesitábamos”, fueron las palabras del lusitano.
LA PACIENCIA RINDIÓ FRUTOS AL BENFICA
Benfica apoyó a Eduardo Salvio en todo su proceso de recuperación; también ayudó a Jiménez en su etapa de adaptación, aunque le tomó tiempo ganarse la confianza del estratega; finalmente el mexicano lo logró y al regreso del argentino ambos lucieron en la conquista de un título de Liga.
Salvio regresó a jugar el 12 de febrero de 2016, más de seis meses después de su lesión; para ese momento, Jiménez ya sumaba tres de los cinco goles que sumaría en la temporada, coronada con el campeonato.
El primer partido que Jiménez y Salvio jugaron juntos en el Benfica fue contra Paços de Ferreira (20 de febrero, 2016), cuando fueron requeridos desde la banca; el técnico los hizo ingresar ya con el marcador decantado a favor 3-1. Sí, los atacantes acabaron campeones y luego bicampeones a la temporada siguiente, ya ambos totalmente protagonistas en el once.
JIMÉNEZ Y SALVIO, EN CAMINOS DISTINTOS
Ya en el año 2018, Jiménez se fue al Wolverhampton de la Premier League, donde terminó de ganarse el reconocimiento en el futbol europeo, logrando más goles y seguidores, mientras Eduardo Salvio se quedó en Benfica hasta el 2019, cuando decidió regresar al futbol de Argentina para jugar con el Boca Juniors.
Ahora, Toto Salvio llega a México para jugar con los Pumas del Club Universidad, precedido por una trayectoria sólida en Portugal y Argentina; una de las principales referencias que lo unen con México fue haber jugado al lado de Jiménez en el Benfica, donde terminaron por ganar títulos juntos.
En 2015 Benfica apostó por un joven futbolista mexicano que brillaba en el América; apostó fuerte y obtuvo la recompensa, sus goles; y con Toto Salvio confió en la recuperación de un jugador que había sufrido una lesión que es tumba deportiva para muchos. Al final, el club ganó confiando en la novatez de un futbolista que se venía de una agria temporada con Atlético de Madrid y la vuelta de otro con sed de revancha, tras una severa lesión.