EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Ciudad de México.- El juzgado sexto de distrito de procesos penales federales, con sede en el Reclusorio Oriente, en la Ciudad de México, notificó la formal detención de extradición en contra del narcotraficante Rafael Caro Quintero, informaron autoridades del Poder Judicial de la Federación (PJF), y por tanto la justicia estadunidense contará con 60 días para formalizar la solicitud y presentar las órdenes de aprehensión obtenidas y las pruebas en contra del capo sinaloense.
La audiencia se realizó por videoconferencia, dado que Caro Quintero se encuentra preso en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1, Altiplano.
El procedimiento de extradición podría tardar más de un año en resolverse en tribunales ante los recursos que podría interponer la defensa de Caro Quintero para tratar de evitar que sea enviado a Estados Unidos, señalaron autoridades federales.
En tanto, la justicia estadunidense sumó en aquel país, a la acusación presentada en contra de Caro Quintero ante una corte de California por narcotráfico y por el homicidio cometido en 1985 en contra del agente antidrogas de ese país Enrique Camarena Salazar, otros cargos ante una Corte de Nueva York, en la que lo acusa de dirigir una “empresa criminal continua”, con extensa red de producción y tráfico de drogas de enero de 1980 a enero de 2017.
Caro Quintero, identificado como líder del cártel de Caborca, fue detenido el viernes en el municipio de Choix, Sinaloa, durante un operativo realizado por elementos de fuerzas especiales de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar).
El juez deberá resolver si es procedente la extradición del narcotraficante, sentenciado en México a 40 años de prisión por el asesinato de Camarena Salazar y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar. Sin embargo, la justicia de Estados Unidos pretende enjuiciarlo nuevamente por ese cargo y narcotráfico.
Ante una resolución que ordene su extradición, la defensa de Caro Quintero puede interponer recursos de revisión y solicitar amparos en contra de su entrega, y hasta que concluyan esos procedimientos se definiría de manera definitiva el caso.
Nueva acusación
Documentos de la Corte Este de Nueva York, de los que La Jornada posee copia, indican que Caro Quintero es “responsable de la fabricación e importación de México a Estados Unidos de cantidades de varias toneladas de heroína, metanfetamina y mariguana”.
El capo, considerado uno de los principales prófugos de la justicia estadunidense tras el homicidio de Camarena Salazar, es señalado como el “responsable del envío de toneladas de cocaína desde América del Sur a través de América Central y México a Estados Unidos”, y para ello “utilizó la corrupción como medio y método para lograr sus objetivos”.
La acusación formulada por el fiscal Robert L. Capers refiere que “los ingresos de la droga se lavaron de vuelta a México; a menudo, el dinero de la droga se transportaba físicamente de Estados Unidos a México a través de medios clandestinos”.
Agrega que Caro Quintero “tenía una estructura que incluía numerosos miembros” y para “preservar y proteger sus actividades ilegales” utilizó “personal de seguridad, que protegió a los líderes de la organización trasnacional y participó en actos violentos para promover los objetivos de la banda”.
La organización de Caro Quintero, identificado por las autoridades de Estados Unidos con los sobrenombres de César, Don Rafa, El Señor, El Hombre, El Crespo o El Old Man, tenía “jefes de plazas que controlaban ciertos territorios para él y eran responsables de transportar drogas a través de esos territorios; transportistas, como tripulaciones de barcos, pilotos y conductores de camiones, que llevaban drogas desde Colombia a través de México y hacia Estados Unidos; y blanqueadores de dinero”.
Asimismo, expone que los jefes de la organización “emplearon sicarios que llevaron a cabo numerosos actos de violencia, incluidos asesinatos, agresiones, secuestros y actos de tortura”, para posicionar al grupo frente a organizaciones rivales; “preservar y proteger el poder, el territorio y las empresas delictivas de la organización de Caro Quintero; proteger a sus miembros de la detención y el enjuiciamiento, silenciando a posibles testigos y tomando represalias contra cualquier persona que haya proporcionado información o asistencia a las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley”.
En el escrito se señala que “en enero de 1980 y enero de 2017, siendo ambas fechas aproximadas e inclusivas, dentro de la jurisdicción extraterritorial de Estados Unidos, el acusado Rafael Caro Quintero” cometió reiteradas violaciones a la ley estadunidense y por las cuales “obtuvo ingresos y recursos sustanciales, y cuya empresa recibió más de 10 millones de dólares en ingresos brutos durante uno o más periodos de 12 meses”.