Por Oscar Díaz Salazar
El editor propietario de la revista que por primera vez publicó la ficha criminal de Francisco Garcia Cabeza de Vaca, me refiero a la fotografía en la que aparece el gobernador de Tamaulipas, muy joven y con un número de identificación, recordó la fecha exacta de su publicación, en un comentario muy reciente en sus redes sociales, cuyo vínculo comparte en grupos de watsap.
La difusión de esa imagen, que además de ser publicada en la revista, se imprimió por millares y se repartió como “volante” entre la población, causó un impacto tremendo entre los electores de Reynosa, de tal forma qué hay quienes opinan que ese fue el factor de la derrota de Cabeza de Vaca, en su primer intento de ser presidente municipal de Reynosa, siendo también la única derrota electoral en la trayectoria política de Francisco N.
Sin ser mi intención el restarle mérito al editor que divulgó esa fotografía, lo que hoy quiero destacar es que el periodista recibió la fotografía o ficha criminal, de sujetos interesados en influir en el resultado de la elección, individuos que operaban políticamente para favorecer al candidato del PRI. Eran sujetos que se manejaban en medios policiacos y que conocían a sus homólogos del país vecino.
Me extraña que Francisco N, teniendo tan buenas relaciones con los gringos, específicamente con los policías y directivos de agencias de investigación, que con tanto esmero procura, no haya sido capaz de descubrir quienes fueron los sujetos que entregaron esa información, que prueba sus actividades delincuenciales de la época juvenil.
La cercanía que mantiene Francisco N con los individuos que sacaron a la luz pública su primera ficha sígnaletica, nos prueba que Francisco N ni es tan listo, ni tan rencoroso, ni tan cercano a los policías gringos.
