EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Ciudad de México.- En una carrera donde los neumáticos fueron clave, Max Verstappen hizo una gran carrera y ganó el Gran Premio de Hungría después de que largó en la posición 10. Todo gracias a una serie de maniobras agresivas para superar en distintos momentos a Charles Leclerc de Ferrari y a George Russell de Mercedes.
Lo mismo le ocurrió a Sergio Pérez que empezó en el lugar 11 y logró recuperar posiciones hasta terminar quinto, donde cuidó de no arriesgar estos puntos, por esta ocasión.
Todo mientras Leclerc, Russell, Sainz y desde luego Hamilton peleaban por el podio. Solo que la decisión de cambiar los neumáticos en ciertos momentos del GP definió el final.
La vuelta 41 fue clave para Verstappen porque había logrado meterse entre los primeros tres puestos superando a Leclerc; al final de esa vuelta dio un giro (un “trompo”), sobre la pista y eso permitió que Russel volviera a rebasarlo. Parecía que esa pifia podía costarle, pero el piloto logró recomponer y emprendió un contraataque increíble.
El piloto de Red Bull tomó ritmo y gracias a las paradas de pits logró meterse hasta el segundo lugar cuando quedaban 20 vueltas. Así que fue solo cuestión de tiempo para convertirse en el ganador.
Checo Pérez logró ponerse en el tercer lugar en la vuelta 18, pero no pudo sostenerse y cuando entró a pits para un cambio de neumáticos, terminó por mandarlo al octavo lugar en la pista de Hungaroring. Después luchó hasta mantenerse en el quinto puesto de donde ya no salió.
En las últimas ocho vueltas, Mercedes se apoderó del segundo y tercer lugar gracias a la gran carrera de Lewis Hamilton que dejó atrás a Leclerc y en los últimos momentos compitió contra su compañero Russell.
Fue clave la decisión de entrar a pits a intercambiar los neumáticos entre medios y duros. La estrategia de Mercedes fue la de mejor resultados y por eso dejó fuera del podio a Ferrari.
Una gran maniobra
Una de las vueltas claves fue la 30 donde Russell se defendía de Leclerc en la punta, pero la maniobra del GP de Hungría fue cortesía de Leclerc que esperó hasta la recta principal y en vez de frenar para tomar la primera curva esperó un instante suficiente para lanzar el coche sobre Russell para rebasarlo y tomar la punta.
Batalla entre compañeros
Sobre la vuelta 24, Fernando Alonso, de la escudería Alpine, estaba en una batalla contra Daniel Ricciardo de McLaren para intentar mejorar sus tiempos y con el objetivo de buscar subir posiciones.
Pero todo se echó a perder cuando los alcanzó Esteban Ocon de Alpine y al intentar rebasar a su propio compañero, solo permitió que Ricciardo los rebasara a ambos y los dejara atrás. En el radio solo hubo porras, aunque la desventaja ya estaba hecha.