Por Oscar Díaz Salazar
Tal parece que Francisco N se saldrá con la suya y logrará imponer un veto para que no ingresen al gobierno de Américo Villarreal, varios personajes que han sido golpeados política y mediáticamente por el panista de la cornamenta.
Me refiero a los integrantes del grupo con el que Américo Villarreal hizo sus pininos en morena, al equipo de legisladores federales que lo acompañaron en 2018 en las campañas, -la de AVA al senado y los otros a la diputación federal-, a casos específicos como el del diputado Erasmo González Robledo, que ha sido el blanco predilecto de las críticas, por su vínculo con el finado empresario Sergio Carmona, a quien el panismo identifica como el causante de todos los males de la patria y orquestador de todos los delitos del estado.
Por la vía del linchamiento mediático, Cabeza de Vaca está a punto de imponer el veto a los políticos non gratos a su persona, y lo digo porque se sabe que han sido tan fuertes las andanadas mediáticas, sumadas al fuego amigo de los que hoy quieren ocupar los espacios de primer nivel, contra el legislador Erasmo González, y ante la indefinición del número uno, ha decidido mantenerse en San Lázaro, sin buscar un espacio en el gobierno de Tamaulipas.
Pronto veremos si el gobernador electo tiene el mismo temple y carácter que ha demostrado el presidente López Obrador, que no cede a las presiones mediáticas, y para ejemplo tenemos al director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Barttlet Díaz, que se mantiene firme en el cargo, a pesar de la avalancha de descalificaciones que financian los dueños de los negocios afectados por el poblano, en su labor de fortalecer la soberanía energética del país.
¿Le dará el gusto el gobernador electo, al desaforado, de vetar y de votar, en la elección de su gabinete?